Si hoy desapareciera IB3, nadie se enteraría. Sin embargo, mañana mismo florecerían las denuncias a cargo de periodistas del ente público, sobre los abusos, mentiras y manipulaciones que se ven obligados a difundir en radio y televisión. Por lo tanto, el canal astronómico balear se dedica al mismo fraude que Canal 9.

De nuevo les aburro con mi vida privada en la confianza de que, si sobreviven a ella, leerán el artículo entero. En la primera etapa de IB3, con la corrupción de James Matas en el poder, recibía periódicamente en mi despacho llamadas de algún joven productor del canal, aspirante a master del universo. Me interpelaba con la energía que ahoga la respuesta. Por ejemplo:

-Vamos a hacer en IB3 un programa sobre la calumnia como una de las bellas artes, y sabemos que usted es un consumado especialista, por lo que nos gustaría entrevistarle.

Me aprovechaba del breve lapso de recuperación de aliento del batallador, para matizarle:

-¿Has consultado antes con tus jefes?

-No hace falta, yo decido los contenidos del programa.

-Creo que es mejor que consultes, para que no perdamos el tiempo ni tú ni yo.

Por supuesto, no volvía a llamar, pero un colega suyo retomaba el testigo al mes siguiente con idéntica rutina. En fin, no vamos a cebarnos en la entrevista de IB3 al corrupto Matas en un hotel madrileño, clausurada con aplausos que recogió la grabación y con un sumiso "habrás visto que nosotros no utilizamos la palabra palacete".

IB3 comparte negocio con Canal 9. O con RTVE, por poner otro ejemplo de perversión periodística con fondos públicos. El canal de Matas -ya les conté cómo el responsable de informativos ejerció de jefe de prensa del expresident ante Jordi Évole- no ha sido una televisión cobarde por necesidad, sino por convicción. Muchos de quienes la denunciarían desde dentro si cerrara, se sienten hoy vinculados por un compromiso con la mentira. Miseria por partida doble, ahí está la cobertura de la manifestación más importante de la historia de Mallorca como hito reciente.

Dado que pago el canal en colaboración con todos ustedes, puedo detallar que las siglas IB3 significan Información Basura al Cubo. Por tanto, si acaba en el cubo de la basura, habrá cumplido el designio para el que ha sido creada y mantenida por todos sus integrantes con capacidad de decisión. La solidaridad con mis compañeros se extingue tras cumplir con la Agencia Tributaria. Sería excesivo que hubiera de cantar como periodista una televisión en la que no puedo aparecer como periodista, aunque probablemente yo tampoco admitiría en mi club a alguien como yo. Ni siquiera me siento obligado a defenderla por los programas en que me ha promocionado con sus insultos el remozado Doctor Frankenstein, cuya cabeza es una cazuela de botox. Cuando cierre la cadena, sus compañeros difundirán el apodo que le han endosado.

Para empeorar la situación de IB3, sale en su defensa su primer presidente de la legislatura, el experto audiovisual Antonio Gómez. Asegura que, por comparación con Canal 9, "la nuestra está más que justificada". En efecto, está tan justificada como su designación para ocupar la vicepresidencia del Govern, y por los mismos motivos. A saber, postración y adulación. A propósito, el mayordomo de Josep Ramon Bauçà empezaba a soltarse en el catalán en cenas con amigos, en vísperas de su injustificado acceso al Govern. Desde que entró en el ejecutivo no ha pronunciado una sola palabra en el idioma de Pep Guardiola, excelso ejemplo de trilingüismo de una pata.

IB3 tampoco reproducirá un fragmento del discurso de Carme Riera ante la Academia, donde recuerda que "a la relegatio ad insulam eran condenados los senadores romanos que, como algunos sinvergüenzas actuales, abusando de los poderes de sus cargos, hicieron de la estafa y del fraude una forma de vida". El PP hizo bien en rehuir la ceremonia, para no ver herida su sensibilidad y su picajoso honor con este retrato de su gestión insular. Joana Maria Camps sólo asistirá a actos que se desarrollen íntegramente en inglés.

En otro de los asuntos escamoteados por IB3, el Govern sabía perfectamente que sus servicios jurídicos no podían actuar en defensa del honor disminuido de José Ramón Bauzá Díaz. De ahí que presentaran su demanda contra Lorenzo Bravo en calidad de president, y se vieran obligados a rectificarla adjuntando el nombre del agraviadísimo. Además, el fallo de la Audiencia de Palma que quita la razón por segunda vez al farmacéutico especifica que "se desestima el recurso interpuesto por la Abogada de la Comunidad Autónoma de las Islas Baleares en nombre y representación de José Ramón Bauzá Díaz", sin consideraciones sobre su cargo, por lo que utilizó a la abogacía de la Comunidad para un asunto personal.

Siento llegar tarde, pero Barcelona, nit d´estiu es la mejor película española del año, salvo que es catalana. Esta reinterpretación de Love actually demuestra que las grandes urbes no engendran más seres diversos, sino más seres idénticos. Don Jon se basa en suponer que un adicto al sexo cambiaría a Scarlett Johansson por Julianne Moore, una migración frecuente e incluso deseable en la vida real, pero inadmisible en la pantalla. Blackfish es un excelente documental, que te coloca por fuerza de parte de las orcas asesinas.

Reflexión desconcertada: "El desorden es el caos con causa".