El conseller de Salud, Martí Sansaloni, recalca que el próximo año su prioridad pasa por reducir las listas de espera sanitaria que padecen los ciudadanos de esta comunidad. Y para ello no tiene reparos en recabar la ayuda de la sanidad privada mediante conciertos y convenios singulares. Admite además que el próximo año se pagarán 67,3 millones de euros a las concesionarias de Son Espases y Can Misses

—Para el próximo año el Servei de Salut tiene presupuestados 134 millones para conciertos y derivaciones. Son unos cuarenta más que los consignados para éste, ¿con qué nuevos convenios nos va a sorprender?

—Esta partida hace referencia a los convenios con el Sant Joan de Déu, Cruz Roja, el contrato que acabamos de suscribir con la Policlínica Miramar así como el pago a las concesionarias de Son Espases y Can Misses.

—¿Qué se le está pagando a la concesionaria de Son Espases y qué se le pagará a la del nuevo hospital de Can Misses?

—Cuarenta millones por Son Espases y el próximo año se abonarán 27,3 millones a la concesionaria de Can Misses.

—¿Cómo se pueden vender estas derivaciones de pacientes y los conciertos y convenios con la sanidad privada cuando hay recursos inutilizados en la sanidad pública? Es público que hay plantas de hospitalización cerradas en Son Espases y Son Llàtzer.

—Siempre ha habido plantas cerradas en los hospitales en previsión de un aumento de la demanda como puede ser un repunte de los casos de gripe en invierno para el que hemos de estar preparados. Además, en otras épocas en las que estas plantas se mantenían cerradas se seguía concertando. No vamos a mezclar ambos conceptos porque la concertación no es algo nuevo.

—Los dieciocho millones que se pagarán al Sant Joan de Déu el próximo año por el convenio singular, ¿qué supondrán? ¿Se trata de un incremento de la colaboración con este hospital privado con respecto a la mantenida este año?

—En primer lugar quiero defender la calidad de los profesionales que prestan asistencia en el Sant Joan de Déu al tiempo que diré que los dieciocho millones que pagaremos a este hospital el próximo año es lo ajustado a la disponibilidad presupuestaria. También quiero recordar que en 2010, cuando gobernaba el Pacto de Progreso, se derivó a este hospital por valor de 23 millones de euros.

—Si tal y como admitió en su comparecencia presupuestaria necesita veinte millones más para pagar las nóminas de este año y el próximo hay consignados 31 millones más en el capítulo de personal, ¿significa esto que en 2014 tendrá 11 millones de euros más para nuevos contratos?

—No, las cuentas no son tan directas. Es cierto que hemos tenido que pedir una ampliación de crédito por más de veinte millones de euros porque las nóminas del Servei de Salut están garantizadas por encima de todo. Aparte de esto, primero hemos de sacar el máximo rendimiento de las plantillas autorizadas y, si las necesidades asistenciales aumentan, intentar conseguir la incorporación de algún profesional sanitario más, como ya se ha hecho con un digestivo en horario de tarde para Son Llàtzer. Y seguiremos en esta misma línea. Pero, como he dicho, dentro del presupuesto del IB-Salut el capítulo I (personal) es prioritario y si se puede liberar alguna partida de otros capítulos hacia éste, se hace. Pero la línea será la misma: reforzar aquellos servicios que hayan demostrado que trabajan al máximo de su capacidad.

—¿Qué gasto supone toda la plantilla del IB-Salut mensualmente?

—Alrededor de seiscientos millones de euros que habría que dividir por doce mensualidades y descontar las pagas extra.

—¿Me podría aclarar esta respuesta? ¿He de dividir estos 600 millones por catorce pagas?

—Se trata de dos medias pagas extra... si se divide esa cantidad por trece estaremos ante una cifra aproximada (unos 46,1 millones de euros mensuales paga el Servei de Salut en nóminas). Más o menos la mitad del presupuesto se gasta en personal.

—¿Es el alto coste del personal lo que hace que resulte más barato derivar pacientes a la privada?

—También está la disponibilidad de quirófanos. Hemos intentado aumentar la rentabilidad de los nuestros sin pagar actividad extraordinaria (las denominadas peonadas) acordando con aquellos profesionales que lo han querido un cambio de su horario laboral para que pudieran operar por las tardes sin pagarles nada por ello. Hemos podido abrir muchos quirófanos por las tardes sin coste añadido.

—¿Se están mostrando los cirujanos predispuestos a cambiar su horario laboral?

—Sí, y he de agradecer esta predisponibilidad. Entre enero y octubre de este año hemos operado más que entre enero y octubre de 2011, cuando sí se pagaba la actividad quirúrgica extraordinaria. Y estamos hablando de unas quinientas intervenciones quirúrgicas más que en 2011 y bastantes más que las que se hicieron en el mismo periodo de 2012. En general, se están aumentando el número de las operaciones de manera muy importante. En concreto, en los diez primeros meses de 2011 se hicieron 41.571 operaciones programadas; 37.938 en 2012 y 42.308 este año. Y hemos intentado que una operación urgente no desplazara una programada más allá de ese mismo día por la tarde.

—Función Pública le ha pedido que regularice la situación de 700 contratos temporales convirtiéndolos en interinos para evitar pagar altas y bajas a la Seguridad Social ¿Cuándo se va a producir esta regularización?

—Se trata de estabilizar plantillas para garantizar la continuidad de la actividad asistencial con la calidad y seguridad que toca. Y es algo que iremos haciendo poco a poco en función de nuestras necesidades, no de golpe.

—Entonces, ¿no se va a producir una regularización masiva?

—No. Las iremos haciendo paulatinamente en base a las necesidades de los diferentes servicios del Servei de Salut.

—¿Y la bolsa única?

—Vamos hacia una bolsa única de trabajo para el Servei de Salut por islas que permita un sistema de baremación informático mucho más ágil.

—¿Cuándo la tendremos?

—Nosotros ya estamos trabajando pero intentamos conseguirla con el máximo consenso posible con los sindicatos. No descarto que sea una realidad a finales de este ejercicio como mínimo para algunas categorías profesionales.

—Las enfermeras reclaman que se les reconozca el solape (el tiempo en el que se informa a la entrante de las incidencias y peculiaridades del paciente a cargo) como parte de su jornada laboral. ¿Cuándo se sustanciará?

—Es verdad que se trata de un tiempo efectivo de trabajo que mejora después la atención del paciente. Es cierto que algunas comunidades autónomas ya lo reconocen y aquí el sindicato Satse lo ha pedido de forma activa durante todo este año y veremos si este reconocimiento se puede plasmar en algún acuerdo del que no estamos muy lejos. Antes tendría que ir a mesa técnica y sectorial, pero no estamos muy lejos.

—¿No le ha dejado con las manos atadas la fiscalización previa de la intervención general de la CAIB a todos aquellos contratos que el IB-Salut firme por cantidades superiores al medio millón de euros?

—Se trata de una fiscalización que afecta a muchísimos contratos. Pero dejamos claro que no se podrían bloquear determinados contratos inaplazables como pueden ser los de los suministros que necesita el Servei para funcionar. Y por eso, para la fiscalización previa de determinados contratos, se fijo un plazo de contestación inferior a un mes.

—Entonces no se siente intervenido ni con las manos atadas por la conselleria de Hacienda...

—No. La complejidad de los contratos del Servei de Salut implica que cuanta más gente los mire, los analice y los informe favorablemente, pues mucho mejor.

—¿Gestión privada para el nuevo servicio de radioterapia de Can Misses?

—Sí, pero queremos que los tratamientos sean los mismos que en Son Espases y que estén supervisados por los médicos responsables de este servicio. Lo vamos a sacar a concurso y será una nueva colaboración público-privada, pero lo importante es que en torno a unos120 pacientes de Eivissa y Formentera ya no tendrán que desplazarse cada año a Mallorca para someterse a estos tratamientos. Este servicio también permitirá atender a pacientes paliativos que ya no pueden desplazarse.

—¿Se va a derrumbar Son Dureta sin que se haga el prometido pabellón sociosanitario?

—La situación económica de estos momentos nos lleva a priorizar la asistencia a los ciudadanos y a reducir las listas de espera.

—Ha hablado de una gestión centralizada de la asistencia respiratoria domiciliaria, ¿de qué se trata?

—De aquellos pacientes con Epoc (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) que son atendidos en sus domicilios con aparatos de oxígeno. Se trata de un atención que ya contrataba antes cada gerencia, pero ahora se ha centralizado con el objetivo de ahorrar y de evitar fraudes. Habíamos detectado que algunos aparatos los seguíamos pagando cuando el paciente había fallecido y algún caso de un usuario que disponía de dos máquinas para su primera y para su segunda vivienda.

—Antes ha situado la reducción de las listas de espera como una prioridad, ¿cómo se encuentran en estos momentos?

—Daremos los datos a final de año, pero la actividad pública hospitalaria está subiendo y el contrato con la Miramar y los convenios singulares nos ayudarán a incrementarla más.

—El convenio con Sant Joan de Déu ha provocado bastante contestación porque pretende derivar la atención traumatológica de 64.000 pacientes de cuatro centros de salud...

—Finalmente no será así. Se prevé una derivación por procesos asistenciales y no por centros de salud. Y serán filtrados siempre por la sanidad pública. Se ofrecerá al paciente si quiere optar por esta vía (ser atendido en Sant Joan de Déu) o prefiere esperar un tiempo para ser atendido en su centro público de especializada.

—¿Se le ofrecerá esta posibilidad a todos los pacientes de Son Llàtzer?

—No solo de Son Llàtzer, se podrá derivar a pacientes de cualquier gerencia de la isla.

—Finalmente se ha alcanzado un acuerdo que permitirá la permanencia del hospital de la Cruz Roja...

—Sí, el Consell de Govern ha aprobado una reserva de crédito de 17.942.970 € para los próximos años que posibilitará la firma del convenio singular con Cruz Roja. Desde el primer momento me comprometí a mantener la relación histórica con este hospital.