Los duques de Palma pueden vender su palacete de Barcelona a pesar de que sobre la mitad indivisa de la propiedad existe un embargo judicial. El juez Castro acordó el pasado lunes el embargo de la mitad de la vivienda para que con esta propiedad se asegure el pago de la responsabilidad civil, establecida en más de seis millones de euros, del llamado caso Nóos. Hace varios meses que el matrimonio puso a la venta su lujosa mansión de Barcelona. Se vendía a través de una conocida inmobiliaria de la Ciudad Condal. El precio a negociar arranca a partir de los nueve millones de euros. Sin embargo, en la actualidad la casa ya ha sido retirada del mercado. Ahora solo se alquila.

Fuentes jurídicas han aclarado que el embargo ordenado por el juez Castro no supone, en ningún caso, que el matrimonio tenga que abandonar su casa ni impida una posible venta. Si el matrimonio vende esta propiedad tendría que comunicar la operación al juzgado, que embargaría la parte proporcional que le correspondería cobrar al duque de Palma.

Es muy poco frecuente que un inversor se interese por la compra de la mitad de una casa, sobre todo cuando se trata de una vivienda de tanto valor económico. No habría ningún problema en que el inversor adquiriera la propiedad entera, aunque la parte económica que le correspondería a Iñaki Urdangarin quedaría embargada a expensas del resultado del juicio que tiene pendiente. De hecho, al juzgado le interesa más que el matrimonio venda la casa y que el duque de Palma deposite su mitad en dinero metálico, que no quedarse con la mitad de la propiedad. Si se produce la segunda opción el juzgado tendría que proceder a la subasta de esta mitad indivisa. Sin embargo, sería casi imposible que un inversor pujara por adquirir una parte de la casa, dado el alto precio de salida que tendría esta subasta.

No sería la primera vez que un imputado que tiene todas sus propiedades embargadas solicita autorización al juzgado para proceder a la venta de alguno de estos bienes. El juez, una vez comprobado que el imputado tiene una oferta seria de venta, autoriza la operación. Después se procede al embargo inmediato del dinero de la venta.

Sin embargo, en estos momentos ni sería necesario que los duques de Palma solicitaran al juez permiso para proceder a la venta de la mansión, dado que el auto que dictó el pasado lunes todavía no es firme.

La orden del juez no se limita al embargo únicamente del palacete de Barcelona. También afecta a las otras propiedades que dispone Iñaki Urdangarin, entre las que se incluyen dos pisos en la ciudad de Palma.