"Mientras no haya acuerdo será imposible la normalidad en los centros y se producirá una inaplicación de facto del TIL". La advertencia es de Toni Baos, responsable de asuntos educativos del sindicato CCOO, que augura un curso marcado por las movilizaciones constantes y por un compromiso de los profesores con los alumnos y sus padres: "Somos 15.000 profesores y a la calle salieron más de 100.000 personas. No haremos nada que no cuente con el respaldo de los padres", resume Baos, que sabe que el apoyo paterno ya hace tiempo que lo ganaron. Lo confirma el presidente de la Confederación de Asociaciones de Padres y Madres de Balears, Jaume Ribas, que califica de "ejemplar" y "responsable" el comportamiento de los profesores, tanto con la huelga como al suspenderla.

El respaldo y respeto mutuo se explica en la implicación de unos y otros en la formación de los niños, dicen. Baos ofrece un ejemplo: "Hay muchos profesores que están dispuestos a dar clase hasta septiembre si hace falta para que los niños recuperen y tengan la formación que deben". Lo mismo cuentan voces de la Assemblea de Docents, que aclaran que este curso de interrupciones constantes (la primera, el día 24, con la huelga convocada en toda España) no afectará a la educación de los niños.

Huelguistas dando clase

Pone otro ejemplo Ribas, que asegura que hay quien en silencio actúa con la mayor de las responsabilidades, como esos profesores de bachillerato que, conscientes de lo que se juegan los alumnos que deben pasar en junio la prueba de acceso a la Universidad, "se declararon en huelga, por lo que no cobraban, pero seguían dando clase a sus estudiantes, para evitar que sufran perjuicio en un curso clave".

En esa línea de solidaridad y apoyo mutuo se enmarca otra propuesta de sindicatos y Assemblea de Docents en la mesa de negociación: que el dinero que se ha ahorrado el Govern en sueldos de profesores en huelga se destine a becas de comedor, libros y transportes o servicios de refuerzo. "Nos dijeron que no, que el dinero va a la Conselleria", lamenta Baos.

Los padres están informados, tanto de todas estas ideas como del rechazo del Govern, que es justo lo que mantiene viva la causa pese a la preocupación por la educación de los niños, dice Ribas: "Preocupan estas tres semanas perdidas, pero nos preocupa más la educación de nuestros hijos a largo plazo. No va a ser un curso normal, pero llevamos tres años de recortes en los que quizá se perdieron más horas por bajas de profesores sin cubrir que en estas tres semanas. La mejor enseñanza que le puedo dar a mis hijos surge de esta huelga: que conozcan sus deberes y sus derechos y los defiendan. Es una lección de vida y democracia". De momento, es la única lección que han recibido este curso.