La Assemblea de Docents aprobó ayer seguir adelante con la convocatoria de huelga, que cumple hoy su jornada número 15. En la reunión que mantuvieron durante la tarde en Inca se oyeron bastantes voces que plantearon ir a dar clase el lunes y cambiar la estrategia de lucha, pero finalmente se acordó continuar exactamente como hasta ahora.

Así lo confirmaron personas asistentes a la reunión (no hubo declaraciones oficiales de los portavoces), que señalaron que se mantienen a la espera de ver qué pasa en la reunión que mantienen hoy con la conselleria de Educación -a la que han votado que asistirán aunque en un principio había dudas-. Por la tarde, celebrarán otra asamblea en Porreres en la que se analizará de nuevo la situación y se debatirán los puntos pendientes. Entre los que planteaban empezar a ir a clase el lunes estaban algunos representantes sindicales que ya han empezado a recibir algunos toques de atención desde sus bases.

Posturas inmóviles

Durante la mañana de ayer, tuvo lugar el sexto día de negociación infructuosa, tras la tensa sesión del día anterior, que incluyó un amago de desplante y una concentración masiva y silenciosa a las puertas de Educación. Las posiciones no variaron ni un ápice: sindicatos y Assemblea insistieron en que sólo aceptarán un Tratamiento Integrado de Lenguas (TIL) totalmente voluntario y que se respete el Decreto de Mínimos de enseñanza en catalán mientras que la Conselleria volvió a señalar (desde el día 25 de septiembre mantiene esta postura) que sólo ceden en que sea voluntario en ESO.

Por un momento, ayer pareció que de nuevo iba a producirse una concentración frente a la sede de Educación como la del jueves (convocatoria que surgió a través de las redes sociales a raíz de otra que tuvo lugar en Eivissa), pero finalmente se atajó para no distorsionar la reunión ya que desde la Conselleria se vio a la multitud congregada el jueves como un intento de coacción.

Tras el fracaso de la reunión, llegó el turno de los reproches. Tanto Govern como STEI-i, CCOO, FETE-UGT y Assemblea de querer se acusaron de querer hacer fracasar el proceso de negociación. La consellera Camps consideró que los representantes docentes están "anclados" en la inmersión lingüística, un modelo del que el Govern no quiere oír hablar y que considera responsable del fracaso escolar de Balears. Una novedad en la argumentación oída desde la conselleria es que ya se aplica un TIL voluntario como el que reclaman los sindicatos en los centros que se acogieron al plan piloto (un plan que fue necesario convocar dos veces al faltar centros públicos que quisieran aplicarlo).

Por su parte, Guillem Barceló, portavoz de la Assemblea, lamentó que se perdiera "una oportunidad de sembrar la paz" y consideró que es el Govern quién mantiene "congelado" el diálogo al no ofrecer nada nuevo sobre el eje del conflicto -el TIL­- desde hace más de una semana. "No sabemos cuál es la estrategia de la Conselleria: desgastar a familias y docentes o conducir la situación al caos absoluto".

Entre el miércoles y el jueves Educación ha iniciado una serie de acciones para intentar compensar la pérdida de currículos. Ha enviado instrucciones a los centros ordenando a los profesores que estén allí a que den clase "aunque haya un sólo niño" y ha remitido a los inspectores a que comprueben y registren los nombres de los que asisten y los que no. Ayer pidió a los padres que exijan a los docentes que se avance materia y ha anunciado un posible retraso del fin de curso hasta el 30 de junio.

Pensando en esta cuestión, en algunos centros como el IES Marrratxí o el Damià Huguet de Campos hay docentes que se han reunido con los alumnos y les han asegurado que recuperarán el tiempo perdido.

Educación no ha accedido a retirar la Ley de Símbolos como se solicitó (ahora piden que se replantee su aplicación en centros educativos) y respecto a los directores expedientados insisten que todo depende del instructor. En lo que se refiere a otras cuestiones referidas a aspectos laborales, a becas y a condiciones de enseñanza Educación ha mostrado su disposición a mejorarlas y se ha comprometido a asignar partida presupuestaria, pero los huelguistas les recriminan que las garantías de presupuesto son sólo de palabra.