Quinta reunión de negociación y quinto fiasco: la huelga en la enseñanza sigue y cumple hoy su jornada número catorce. Dos novedades respecto a los otros días de diálogo: las más de quinientas personas que, de forma espontánea, se congregaron frente a la sede de Educación para apoyar a los docentes; el amago de desplante por parte del equipo de la Conselleria; y el anuncio de Guillem Estarellas de que estudian alargar el curso hasta el 30 de junio para compensar los días perdidos.

En lo que se refiere al Tratamiento Integrado de Lenguas (TIL) la consellera Camps no ofreció ayer nada nuevo a los representantes de los docentes. El Govern sigue considerando que al ofrecer que el TIL sea voluntario en 1º de ESO y obligatorio en Infantil y en 1º, 3º y 5º de Primaria han dado ya un importante paso, y por eso respecto a esta cuestión no aportan nada nuevo desde el 25 de septiembre, cuando tuvo lugar la primera reunión. Por su lado, los sindicatos y la Assemblea de Docents indicaron que ayer cruzaron "sus propias líneas rojas" al acabar solicitando un TIL totalmente opcional y que cumpla el decreto De Mínimos de enseñanza en catalán. El lunes pedían su total retirada. Al principio del encuentro, que se prolongó hasta las once y media de la noche, su petición era que se aplicase de forma opcional en Infantil. Luego añadieron 1º de Primaria, para finalmente indicar que acabarían aceptando una aplicación total pero opcional.

Llegados a este punto, en torno a las nueve y media y mientras que en la calle ya empezaban a llegar las camisetas verdes, Camps, Estarellas y el resto del equipo que asistió a la reunión (en el que estaba hasta la directora del servicio de empleo, pero no el director general Miguel Deyá) les instaron a que dejaran su propuesta por escrito y abandonaron la sala. El director general Isern volvió al rato para comunicar que la Conselleria les emplazaba a seguir con la negociación hoy a las once de la mañana. Estarellas compareció ante los medios e indicó que "no se puede negociar con personas que no presentan propuestas concretas" y que en ningún caso aceptarán volver al sistema de inmersión lingüística. Parecía que los altos cargos y asesores ya se iban, cuando se percataron de que los huelguistas, que querían que la negociación continuara, seguían esperando a que la consellera o Estarellas les comunicaran oficialmente que la posponían. Después de que los medios registraran las imágenes de los sindicalistas y asamblearios solos en la mesa de negociación, el equipo de la Conselleria volvió a desfilar hacia la sala y la reunión se prolongó algo más de veinte minutos hasta que finalmente se dio por acabada.

Y es que en este conflicto ninguna de las partes quiere que se le acuse de no querer dialogar. Ambos bandos creen que ceden mucho. Los reproches de inmovilismo e irresponsabilidad se emiten también en ambas direcciones.

Orden de dar clase

Frenar o compensar el retraso acumulado en los curriculos parece que es ahora una prioridad de la conselleria, ya que Joana Maria Camps decidió ayer , tras trece jornadas sin clase, enviar instrucciones a los centros para que, con los profesores disponibles, se dé clase y se avance materia. Camps asegura que "basta con que vaya un niño a clase para que los docentes empiecen a avanzar materia" porque "todo el que vaya a clase tiene derecho a recibir la enseñanza". Además, estas instrucciones se juntan con el anuncio hecho ayer por Estarellas de que estudian que el curso acabe el 30 de junio y no a mediados como está establecido en el calendario escolar vigente.

La Assemblea, FETE-UGT, CCOO y STEI-i hablaron ayer a través de Guillem Barceló, que criticó de nuevo la táctica de la conselleria de querer dilatar el proceso. Anunció además que en vez de la retirada de la Ley de Símbolos, ahora se conformarían con una regulación especial en lo que se refiere a centros educativos. En cuanto a aspectos laborales y de becas y funcionamiento de centros, Educación aseguró que asignará una partida presupuestaria, pero los huelguistas exigen que ese compromiso tenga el sello de Hacienda. El conflicto sigue.