En marzo de 2012 se constituyó la Plataforma Crida en el colegio Es Pont y se eligió el nombre y también su peculiar logo: un embudo. ¿Por qué elegir semejante artilugio? "Nos quieren hacer pasar por ahí, pero si lo giras sirve para gritar", argumentan en Crida. Relacionan la elección con una triste historia, que narró Manel Suarez en la revista Memòria de Mallorca. El embudo tiene dos partes: la ancha (de la que disfrutan ricos y poderosos) y la estrecha, (por donde los necesitados "han de hacer pasar sus sueños y deseos"). Partiendo de esta simbología, en 1935 un grupo de amigos de Andratx hace una carroza para el desfile de carnaval con un embudo gigante para denunciar la pobre situación de su pueblo y de su país. Participan Joan Horrach Florit Espardenyeret, Jaume Porcel Pujol Sec, Antoni Palmer Catalí, Sebastià Cañellas Terrades y el conductor Joan Seca. La carroza fue muy aplaudida y comentada, aunque no gustó a todo el mundo y eso costó la vida a tres de los implicados. Un año más tarde, tras el golpe de Estado franquista, la violencia se desató. Algunos quisieron hacer pagar la ocurrencia del embudo a sus responsables. Espardenyeret fue fusilado, atado a la verja de la entrada del cementerio de Palma. Sec (máximo responsable del Partido Comunista de S´Arracó) falleció apaleado. Sebastià Cañellas vivió un par de años más. Trabajaba de camarero en el Bar Bosch y eludió la condena de muerte al ser menor, pero al lograr la mayoría de edad, fue fusilado. En 2012, los nietos de los desaparecidos homenajearon a esos tres hombres que se atrevieron a denunciar una injusticia: en Carnaval desfilaron con máscaras blancas y con la carroza del embudo.