De las paradisíacas playas al barrio chabolista de Son Banya. De los yates de Port Adriano a las largas colas de gente esperando alimentos frente al convento de los Caputxins. De las millonarias fincas a las 10.000 familias desahuciadas en la isla en los dos últimos años. A lo largo de diez páginas de reportaje, tres periodistas del semanario alemán Stern hacen una autopsia en vida de la "cruel" realidad de Mallorca, contraponiendo el lujo con las problemáticas sociales que sufre la isla.

"Sol, mar, montaña, restaurantes maravillosos. Hay más calidad de vida que en cualquier otro lugar. Pero solo puedes moverte en la superficie, de lo contrario, lo que encontrarás será cruel", así concluye el reportaje sobre Mallorca titulado "Detrás de la primera línea" y que lleva en portada con el título de "El lado oscuro de Mallorca". La prensa alemana vuelve a cargar contra la isla. Tan solo dos meses después de que el rotativo sensacionalista Bild publicara un polémico reportaje cuestionando la seguridad de la Platja de Palma, en esta ocasión la revista semanal Stern dedica diez páginas, el editorial y la portada de su última edición a relatar los contrastes que se viven en Mallorca, su "isla favorita del Mediterráneo", tal y como la definen en su editorial.

El reportaje del Stern no olvida nada. Desde la prostitución, el tráfico de drogas o la corrupción hasta el paro, los desahucios, los recortes en sanidad o educación o problemas de niños con malnutrición. El semanario describe una situación al límite en la isla donde más de 140.000 parados y cerca de 300.000 inmigrantes cobrando 5 euros la hora suponen "un cóctel molotov que cualquier día puede explotar". Stern define la isla como "una Sicilia sin pistolas" en la que "la clase media ha sido barrida por el tsunami de la crisis" y en la que las problemáticas sociales han generado una "situación alarmante". El texto también tiene espacio para la banda detenida de los Ángeles del Infierno, aunque apunta que "la policía ya tiene suficiente trabajo con sus propios políticos", entre los que enumera al expresident del Govern Jaume Matas, a la expresidenta insular Maria Antònia Munar, o al exconseller de Turismo Francesc Buils.

Aunque en su portada el reportaje está ilustrado con una paradisíaca imagen de Deià, propia de una postal, el resto de fotos que ilustran el reportaje retratan las viviendas de Corea en Camp Redó, la rampa de acceso a los juzgados de Vía Alemanya, la cola del reparto de alimentos del convento dels Caputxins, Son Banya o zonas degradadas del Arenal.

Visión distorsionada

Desde el Govern, su portavoz, Núria Riera, rechazó ayer a entrar en valoraciones sobre el reportaje aunque describió el contenido que ofrece el reportaje como "una visión distorsionada" de la isla. Por ello, Riera hizo un llamamiento a la "responsabilidad" de estos medios a los que pidió que "respeten la realidad". "Balears es un lugar seguro, con una oferta turística de calidad y que recibe a los turistas con estima e interés" defendió la portavoz que invitó a los turistas a "comprobarlo".