­El vuelo de la compañía Ryanair procedente de la localidad de Pretswick, en Escocia, con destino a Eivissa, se acabó convirtiendo en un auténtico horror. Así describe los hechos el rotativo escocés Daily Record, quien narra la pesadilla que tuvieron que vivir los pasajeros del vuelo.

Un grupo de unos treinta hombres, poco después de embarcar y de que el avión despegase, empezaron a armar jaleo en el interior del avión. Los hombres, bajo los efectos del alcohol empezaron a saltar en los asientos, a reírse y mofarse de algunos pasajeros, según narra el rotativo escocés. Cuando las azafatas y miembros de la tripulación llamaron al orden a los individuos tras las quejas de algunos de los pasajeros, éstos siguieron con los gritos, amenazaron a la tripulación y acosaron sexualmente con insinuaciones y gestos obscenos a las azafatas. El Daily Record narra cómo, ante las quejas del resto de pasajeros, muchos familias con niños pequeños, el comandante del vuelo amenazó a los hombres ebrios con desviar el rumbo hacia París si no se tranquilizaban. El aviso del piloto del vuelo sirvió para rebajar el estado de excitación de los turistas borrachos, que cesaron en algunas de sus actuaciones.

Al llegar al aeropuerto de Eivissa, les esperaba en la pista la Guardia Civil que había sido avisada por miembros de la tripulación del vuelo. Antes de que los pasajeros pudieran desembarcar, la Benemérita accedió al interior del avión para hablar con la tripulación y conocer los hechos sucedidos durante el vuelo. Después de media hora con los turistas ebrios retenidos, la Guardia Civil identificó a cinco de los treinta hombres, pero ninguno fue detenido. Según un testimonio que recoge el Daily Record, el de una pasajera de 58 años, Fiona Black, la Benemérita interceptó hasta diez botellas de Vodka que transportaba el grupo de hombres ebrios. La turista, que describió el viaje "como el peor vuelo de su vida", también relató el malestar de las azafatas por el acoso que habían sufrido y lamentó que se transmita esta imagen de los escoceses. Tras el incidente, la compañía aérea Ryanair emitió un comunicado para hablar sobre lo sucedido, pedir disculpas al resto de pasajeros por las molestias ocasionadas y para informar de las actuaciones de la Guardia Civil, que según informa fue requerida por la tripulación de la compañía.