La duda que subyace en todo este asunto es por qué el Consejo General de Enfermería ha presentado un recurso para evitar que las enfermeras baleares puedan prescribir material sanitario y medicinas sin receta. Y al parecer, lo que defiende el máximo órgano colegial es que las enfermeras deberían contar con una mayor formación farmacológica antes de poder recetar. Algo que rechaza taxativamente la presidenta del colegio balear: "Ya estamos suficientemente preparadas. Cuando estudiamos la profesión, ya tenemos muchas horas de formación en farmacología. Y además no estamos hablando de una competencia nueva, sino de lo que hacemos todos los días: Aconsejar el uso de bolsas de colostomía, apósitos para úlceras, pañales de incontinencia y medicinas sin receta". Quizá la respuesta a esta incógnita sea que el Consejo General sería el encargado de impartir estos nuevos cursos de formación a más de doscientas mil enfermeras.