Las afecciones digestivas son relativamente frecuentes durante los meses de verano, producidas mayormente por intoxicaciones alimentarias. La más común es la gastroenteritis, causada por una intoxicación debida a la conservación o al mantenimiento deficientes de los alimentos por culpa de las temperaturas altas.

Como medidas preventivas para garantizar la seguridad alimenticia, la Dirección General de Salud Pública y Consumo, dependiente de la conselleria de Salud, recomienda no romper la cadena del frío, manipular los alimentos de manera adecuada, conservarlos refrigerados correctamente y lavar y desinfectar la fruta y la verdura antes de consumirla.

Los problemas de salud típicos del verano están relacionados habitualmente con el aparato digestivo, con enfermedades importadas de otros países, con las consecuencias de una ola de calor, con las picaduras de insectos y de animales marinos y con las afecciones adquiridas en la piscina o en el mar. Por el contrario, en estos meses estivales se puede considerar que se dan pocos casos de enfermedades víricas de transmisión respiratoria, que son menos porque la gente está mucho más tiempo al aire libre.

Otitis aguda

Otras enfermedades comunes de esta época son los golpes de calor. Para evitarlos, Salud Pública recomienda consumir más líquidos, reducir la actividad física, refrescarse a menudo, evitar las comidas abundantes y usar ropa fresca. Otra afección muy habitual en estas fechas y relacionada con el agua es la otitis aguda adquirida en la piscina, muy habitual entre los niños. Aunque no es grave, es necesario consultar al médico de familia.