La expresidenta del Consell de Mallorca Maria Antònia Munar, se ha declarado "víctima de una causa general" tras conocer la condena a 6 años de prisión que le ha impuesto hoy la Audiencia de Palma por varios delitos de corrupción en el caso Can Domenge, una sentencia que recurrirá ante el Tribunal Supremo.

"Reitero mi inocencia. No he cometido ningún hecho delictivo", indica en un comunicado la que fuera líder de Unió Mallorquina (UM), un partido disuelto por la acumulación de casos de corrupción en los que se han visto envueltos sus dirigentes.

Munar asegura que "jamás" ha cobrado ninguna comisión por la adjudicación de contratos públicos, "ni por la venta de la finca de Can Domenge ni por ningún otro asunto".

La expresidenta insular, que acabó su carrera política como presidenta del Parlament balear, considera que sufre prácticas propias de "una causa general". "Cualquiera que me implica en un hecho delictivo, aun sin pruebas, recibe un trato ventajoso", lamenta.

Afirma que "ninguna prueba" inculpatoria justifica la condena a 6 años de cárcel en su contra, la segunda tras otra a 5,5 años por el llamado caso Voltor que está pendiente de confirmación por parte del Tribunal Supremo.

"Ante las distintas sentencias que afectan a miembros de la cúpula de UM, la única culpa que asumo es la de no haber renunciado a mi cargo al conocer mis primeros problemas de salud y haber anunciado con demasiada antelación mi retirada, lo que, lejos de ayudar a una sucesión tranquila, llevó al partido a una guerra sucesoria", reflexiona Munar.

Esa "guerra" es, a su juicio, la "única explicación a algunos sucesos ocurridos aparentemente en las distintas instituciones", unas "irregularidades" que insiste en que desconocía.