La batalla por la construcción del segundo casino de la isla se endurece. La alemana Merkur, que aspira a instalar esta nueva oferta de juego en el castillo de Bendinat, en Calvià, ha presentado un recurso ante la conselleria de Economía para que invalide las ofertas presentadas por sus dos contrincantes: el grupo Nervión, que quiere llevar ese complejo hasta la Platja de Palma y que ya cuenta con el local de juego de Porto Pi Centro, y el Bingo Balear.

El argumento esgrimido por Merkur es que sus dos oponentes no disponen del capital social exigido en el concurso abierto por el Govern balear para adjudicar esa segunda licencia, de 4,8 millones de euros. En concreto, en el recurso se señala que las sociedades que proponen la Platja de Palma y el Bingo Balear para albergar el segundo casino se han constituido con el capital mínimo, de 60.000 euros.

En el caso de Nervión, se la achaca igualmente el que la sociedad que ha creado para desarrollar ese proyecto ha cambiado la composición de los administradores y apoderados sin haber acreditado la carencia de antecedentes penales y de incompatibilidades.

Además, los promotores del proyecto para Bendinat cuestionan la actuación de la propia Conselleria, a la que acusan de no haber remitido el informe que en su momento se elaboró desde la jefatura del servicio de juego respecto a si las tres propuestas presentadas cumplían todas las condiciones.

Reacciones

Frente a este recurso, desde la Conselleria se optó ayer por advertir de que no se van a hacer valoraciones sobre la adjudicación del segundo casino hasta que no concluya el proceso.

Sin embargo, el propietario del Bingo Balear, Eusebio Cano, y el director del Casino de Mallorca (del grupo Nervión), Javier Blasco, aseguraron que los argumentos de Merkur no se sostienen.

Según ambos representantes empresariales, las condiciones del concurso para la obtención de esa segunda licencia contemplan que el capital social de 4,8 millones de euros tiene que hacerse efectivo únicamente si se gana el concurso, a lo que se añade que se dispondrá para ello de un plazo máximo de un mes.

Además, Javier Blasco subraya que en esta fase del concurso ni siquiera es necesario tener constituida todavía la sociedad que deberá desarrollar el proyecto, sino únicamente haber adquirido del compromiso de hacerlo.

Eusebio Cano recuerda al respecto que cuando se entregaron las propuestas, había un plazo de 15 días para subsanar posibles deficiencias, y que en ningún momento desde el Govern se planteó la exigencia que ahora argumenta Merkur en el caso de que fuera necesario corregirla.