La cantinela de que Balears va a salir antes de la crisis de la mano del turismo parece que es aplicable también al sector comercial. Porque si algo se destacó ayer del primer día de rebajas fue la elevada presencia de visitantes extranjeros en el interior de las tiendas, lo que ayudó a inyectar ´vida´, o lo que es lo mismo, ingresos, a unos establecimientos que lamentaban también el escaso nivel de consumo de los clientes locales.

Aunque las patronales del sector calificaron de "flojo" este primer día -las grandes superficies lo definen como "bueno"-, entre otros factores por haber coincidido en un lunes, no se oculta que la esperanza es que el balance global sea mejor que el del verano de 2012 por dos factores: en primer lugar, la citada afluencia turística, y en segundo por el hecho de que los funcionarios han cobrado de nuevo su paga extra tras doce meses sin ese ingreso adicional, por lo que "seguro que querrán darse alguna alegría", según la opinión expresada por varios representantes del sector.

Desde las patronales isleñas Afedeco y Pimeco no se oculta que "las rebajas ya no son lo que eran, y su inicio han dejado de suponer un acontecimiento social", en parte porque la crisis ha dejado el consumo de los españoles muy debilitado y también porque la política liberalizadora del Gobierno de Mariano Rajoy ha suprimido este año las limitaciones de fechas para su celebración, y algunas tiendas optaron por iniciarlas hace varios días.

El presidente de la primera de las citadas organizaciones, Bartolomé Servera, lamenta que se haya "estropeado algo que funcionaba perfectamente", mientras que el máximo responsable de Pimeco, Bernat Coll, coincide en que "se ha diluido" el inicio de la campaña de descuentos, y lamenta que incluso los grandes operadores han hecho este año campañas publicitarias mucho más limitadas que en ejercicios anteriores. Pero pese a ello, el sentimiento es de optimismo, al menos si la comparación se hace con los resultados que se consiguieron durante la pasada campaña estival, y el pronóstico es que las ventas superarán las que se registraron doce meses atrás.

Motivos para el optimismo

Tanto Servera como Coll inciden en el factor turístico: se asume que este verano van a pasar por la isla más visitantes que en 2012, y aunque según el segundo llegan "con poco dinero en el bolsillo", se detecta una fuerte afluencia de este tipo de clientes, aunque su impacto se centre principalmente en las calles más comerciales de Palma y en sus respectivas zonas de alojamiento.

Otro factor que se destaca es que el cliente local ha visto cómo los salarios se mantienen congelados o incluso se han reducido, a lo que se suma la incertidumbre ante el futuro laboral, por lo que no se espera, con carácter general, una reactivación del consumo por parte de los mallorquines. Pero hay un hecho que permite abrigar esperanzas: la mejora en la situación financiera de los empleados públicos. Tras quedarse sin la paga extra de Navidad (lo que afectó muy directamente al comercio, según se lamentó en su momento), este mes la van a volver a recibir íntegra, lo que permite vaticinar que al menos una parte de ella se va a dedicar a la renovación de vestuario y a "algún capricho".

Este hecho debería reflejarse durante los días más utilizados por la clientela española para ir de compras: el viernes y el sábado. De este modo, tanto pequeños establecimientos como grandes superficies admiten que todo apunta a que serán esos dos días los que alcanzarán las facturaciones más elevadas.

A lo expuesto se suma otro elemento a tener en cuenta: mayo y junio han sido meses anormalmente fríos para esta época del año, lo que ha desincentivado la adquisición de ropa de verano. Eso ha provocado que los establecimientos tengan en sus estanterías más stock del inicialmente previsto, y ha llevado a aplicar descuentos agresivos desde la primera jornada, que suelen oscilar del 30% al 50%.

En cualquier caso, las grandes superficies, como El Corte Inglés o Porto Pi Centro, valoraron la elevada afluencia de clientes durante este primer día, y desde la primera se señaló que los ingresos habían sido superiores a los del pasado año, también subrayando en ambos casos el elevado peso que la clientela extranjera había tenido durante esas primeras horas.

Las previsiones que se hacen es que este mayor volumen de ventas se va a mantener durante las tres primeras semanas de rebajas, y que a partir de ese momento comenzará a potenciarse el producto para la temporada de otoño-invierno, con el objetivo de aprovechar también la elevada presencia de turistas para vender una mercancía nueva y que permite obtener mayores márgenes de beneficio.