La complejidad del ruso hace que los primeros años solo sirvan para comprender la estructura de este idioma y para conocer unas pocas expresiones básicas. Para alcanzar un nivel alto, se señala que son necesarios cinco o seis años y, una vez en el nivel intermedio, desplazarse hasta ese país durante un tiempo para hacer una inmersión en esa lengua. Solo con este esfuerzo se puede alcanzar el conocimiento necesario para poder cubrir las necesidades de un turismo extraordinariamente exigente. Porque lo que esta sucediendo en este momento es que se tiene que recurrir a personal originario de Rusia. Según señalan los profesores, sería necesario que la Escuela de Idiomas contara con cinco o seis docentes, en lugar de los dos actuales, para poder formar a jovenes isleños en un nivel adecuado para dar un servicio de calidad. En este sentido, se reconoce que Mallorca está de moda entre los rusos, pero se señala que puede ser un hecho pasajero y que para fidelizar a estos turistas sería necesario mejorar la atención que reciben en la isla mediante personal que domine este idioma.