El presidente del Govern, José Ramón Bauzá, desempolvó ayer la cara más reivindicativa frente a Madrid. En una reunión con directivos y empresarios mallorquines, el jefe del Ejecutivo modificó su discurso para sentenciar que el "problema" de Balears no radica en el déficit, como hasta ahora había manifestado todo su equipo, sino en el "sistema de financiación autonómica".

Esta eterna exigencia de los sucesivos gobiernos baleares apenas ha conocido avances. Unas veces porque los colores políticos de Madrid y Balears discordaban, y otras, cuando sintonizaban, porque desde las islas se optaba por una postura acomodaticia, bien por falta de peso político o por querencia genuflexa.

Bauzá recoge el testigo de sus antecesores e insta al Gobierno de Mariano Rajoy a una "rápida e inexcusable" modificación del sistema de financiación autonómica mediante el cual se reparten los fondos recaudados por el Estado. "Lo defenderé ante cualquier institución de cualquier color político", prometió el jefe del ejecutivo durante su intervención en un acto convocado en Palma por la asociación Gran Empresa Business Club para entregar un premio al vicepresidente de Meliá Hotels International, Gabriel Escarrer Jaume.

En su exposición de los principales ejes de la política económica del Govern del PP, Bauzá subrayó que aunque superar el déficit heredado ha requerido de un gran esfuerzo, el auténtico lastre para las arcas públicas es un modelo de financiación "opaco, interpretable y nada transparente" que los ciudadanos de las islas "no pueden seguir" sufriendo.

El presidente también se refirió a su voluntad de atenuar los perjuicios que los nuevos impuestos sobre los envases, los coches de alquiler y los grandes comercios ocasionarán a la actividad económica, aunque ha pedido comprensión a los empresarios porque la situación es "muy complicada".

"La reforma fiscal se redactó en un momento muy delicado", incidió Bauzá, quien confía en que la negociación abierta entre los nuevos consellers de Hacienda, José Vicente Marí, y Economía, Joaquín García, y los representantes de empresas afectadas permita alcanzar algún acuerdo. El vicepresidente de Meliá Hotels International, Gabriel Escarrer, quien se sentaba a su lado, aseguró que una bajada de los impuestos "ayudaría a mejorar la competitividad", pero matizó que la situación de las arcas públicas dificulta la reducción de la presión fiscal.

Escarrer, ´empresario del año´

Escarrer, reconocido por Gran Empresa Business Club con el premio ´Empresario 2012´ por su labor en la renovación hotelera y urbana del entorno turístico de Magaluf, detalló los buenos resultados de la experiencia en su primer año de aplicación, con una mejora global de la rentabilidad de sus hoteles en Magaluf del 17 %.

Asimismo, el vicepresidente y consejero delegado incidió en que la inversión en el Beach House ascendió a 9 millones el primer año y diez en el actual ejercicio.