El recurso que el fiscal anticorrupción de Palma va a presentar hoy o el lunes en contra de la imputación de la infanta Cristina en el caso Nóos supondrá previsiblemente el aplazamiento de su citación para el 27 de abril ante el juez José Castro.

Aunque el magistrado no está obligado a suspender de oficio la comparecencia de la hija del Rey prevista para final de mes, todo apunta a que tendrá que tomar esta decisión para evitar que la declaración de la infanta se produzca antes de que la Audiencia de Palma resuelva el recurso del fiscal.

Fuentes del caso han apuntado que lo previsible es que cuando el juez Castro tenga conocimiento oficial del recurso decida un aplazamiento de la citación, posiblemente sin fecha, ya que la resolución por parte del tribunal puede demorarse incluso semanas.

El fiscal Anticorrupción de Baleares Pedro Horrach ultimaba ayer el recurso contra la imputación de la infanta Cristina, según informaron fuentes fiscales, con la intención de presentarlo hoy o el lunes, siempre dentro del plazo disponible de cinco días.

La Fiscalía se ha decantado, según las fuentes, por presentar un escrito de apelación ante la Audiencia Provincial de Palma, ya que el recurso de reforma lo tiene que resolver el propio juez que ha dictado la citación y no es habitual que un magistrado corrija una decisión que acaba de tomar.

El argumento del ministerio público es que no existen indicios criminales que relacionen a la infanta Cristina con las actividades del Instituto Nóos, sobre las que quiere preguntarle el juez.

Tras la presentación del recurso, el juez puede dar el curso habitual al recurso de apelación, sin tomar ninguna otra decisión, o puede optar por acordar de oficio paralizar la citación, lo que garantizaría que diera tiempo a que el recurso se resuelva.

En el caso de que siga el procedimiento que establece la ley, la decisión de la Audiencia de Palma sobre el recurso no será inmediata, porque los trámites llevan varios días, a lo que se añade la carga de trabajo del organismo judicial, según ha indicado el Tribunal Superior de Justicia de Baleares (TSJIB).

Según ese procedimiento, una vez la Fiscalía presente el recurso de apelación, el titular del juzgado de Instrucción número 3 deberá dar traslado a las partes personadas en la causa para que puedan presentar alegaciones al mismo, antes de remitirlo a la Audiencia.

Transcurrido el plazo que fije el juez para esas alegaciones -que suele ser de 3, 5 o 10 días-, daría traslado a la Audiencia de Palma y será la Sección Segunda la encargada de resolver el recurso.

Los magistrados que forman parte de esta sección son su presidente, Diego Gómez-Reino; Mónica de la Serna, Juan Jiménez y Carmen Ordóñez. En unos días está previsto que se incorpore también Leonor Moyà.

Una vez se dé traslado del recurso a la Audiencia, se formará un tribunal y se designará un ponente. Previsiblemente se fijará una fecha para una vista a puerta cerrada, con asistencia de la Fiscalía y las demás partes personadas, para resolver el recurso contra la citación de la infanta.

Esta misma sección ya decidió sobre el recurso de apelación que planteó el sindicato Manos Limpias contra el auto del juez del 5 de marzo de 2012 en el que rechazó imputar a la infanta Cristina.

El auto en el que la Audiencia Provincial rechazó que se citara como imputada a la duquesa de Palma fue dictado el 12 de julio de 2012, cuatro meses después de que el juez desestimara imputarla y de que se presentarán los recursos.

Previamente a este asunto, la Sección Segunda debería también decidir sobre otra cuestión del caso Nóos, los recursos de apelación que han presentado a finales de marzo tanto Iñaki Urdangarin como su exsocio Diego Torres contra la fianza solidaria de responsabilidad civil por casi 8.189.448 euros, fijada por el juez Castro para ambos.

Mario Pascual Vives, abogado de Iñaki Urdangarin en el caso Noós, no asumirá la defensa de la infanta Cristina. Aunque no ha detallado las razones por las que no se encargará de la defensa, Pascual Vives ha asegurado a los periodistas que le esperaban a las puertas de su despacho en Barcelona que "no es lo más adecuado, por muchas cosas".