Los resultados de las pruebas de ADN de los restos del financiero mallorquín Joan March que fueron recogidas ayer en el panteón familiar del cementerio de Palma, dentro de la demanda de filiación de una mujer valenciana de 67, tardarán como mínimo dos meses, aunque el proceso podría prolongarse hasta un año, según informó el abogado de la demandante, Fernando Osuna.

Se cumplieron los horarios previstos, y a las 7:45 horas comenzaron las tareas de exhumación con el fin de realizar una prueba de paternidad a Joan March, después de que Ana María Gallard asegurase ser su hija, fruto de una relación extramatrimonial.

Con todo, Osuna afirmó que la aspiración de la demandante responde a un "derecho legítimo" para que la Justicia la declare si es o no hija del empresario mallorquín, sustentándose en la recopilación de una serie de pruebas y testigos que le han llevado a tomar la decisión.

Asimismo, el abogado apuntó que "entiende a que la parte contraria, -los nietos de Joan March-, se opongan a este procedimiento", ya que "no es agradable realizar una exhumación" por lo que los familiares "no quieren que se toque nada".

Con todo, explicó que la investigación llevada a cabo para recopilar pruebas que permitieran llevar a cabo la exhumación, se había centrado en Mallorca, donde se halló la partida de nacimiento de Ana María Gallard en la que figuraba el nombre del padre en blanco. También cuentan con testigos que corroboran la versión de la demandante, tal y como ha precisado el abogado.