Francesc Bujosa (Esporles, 1947) es doctor en Medicina, catedrático de Historia de la Ciencia de la Universitat y miembro numerario de la Real Academia de Medicina de Balears. Ha escrito quince libros, "con éxito perfectamente descriptible". Es propietario de tres trotones, y la entrevista tiene lugar en vísperas de que uno de ellos compita en son Pardo. Su biblioteca llegó a 14 mil volúmenes.

-Para que se haga cargo del tipo de entrevista: "¿A cuántos pacientes ha curado durante medio siglo de médico?"

-Se pueden contar con los dedos de una mano, pero he aprovechado su curación a menudo espontánea para creer que los curaba yo, como hacen muchos médicos.

-Es usted un vago.

-Soy vago sin sentimiento de culpa para los trabajos que no me gustan. No dejes para mañana el descanso que puedas tomarte hoy. El tiempo que tenemos es muy limitado, y no me gusta vendérselo a otros. Me cuentan que el colmo de felicidad es el cielo, y allí no hay trabajo.

-La ciencia balear vive de su historia.

-Es inexplicable sin su historia, y nadie iguala hoy la influencia y consideración internacional que tuvo Orfila. Hay médicos con muy buenos trabajos, pero investigaciones fraudulentas reciben mucho más apoyo.

-¿Al doctor Bujosa le darían tantos millones como al doctor Kovacs?

-Con los padrinos del doctor Kovacs, sí, pero desgraciadamente no los tengo. ¿Hay algún español que piense que Urdangarin hubiera recibido un trato de favor sin la intimidad con el Rey? Pues lo mismo en el caso de Kovacs. Yo he ganado los concursos en régimen de libre competencia.

-¿La neurorreflejoterapia o grapas es una medicina alternativa?

-Kovacs tiene el mismo predicamento en el mundo de la medicina que Carlos Delgado en el de la filología. Cualquier científico honesto te dirá que su técnica adolece de grandes defectos. El primero, que las doctrinas generales que la sustentan -la reflexoterapia, la acupuntura- no tiene ninguna credibilidad en el seno de la comunidad científica.

-Kovacs cobra tanto del PP como del PSOE.

-No olvides que los dos partidos hegemónicos en nuestras islas tienen una cosa en común. Son furibundamente -ridículamente, diría- monárquicos y españolistas. Quienes han colaborado con ellos han tenido que cerrar los ojos ante decisiones poco edificantes, para llamarlas de alguna manera. El problema es de quienes tienen alma y vocación cortesana.

-En cambio, milita usted en el Atlético Baleares de Cursach.

-No podemos ponernos estupendos con la procedencia de las ayudas. Soy del Balears por mi alergia a todo lo monárquico o que incorpore la partícula Real. Lo siento, ya sé que tú perteneces al más Real de todos. Representamos la legitimidad republicana.

-Si cree hasta en el Balears, también creerá en Dios.

-Me gustaría, pero no encuentro pruebas convincentes. Acabo de publicar un artículo en Balears sobre un amigo dispuesto a creer "en cualquiera de los dioses, no soy muy exigente". Ni aun así.

-Hay enfermos que mejoran tras ingerir un inofensivo placebo, aunque les avisen de que lo es.

-Como estudió Laín, la relación entre médico y enfermo no es fisicoquímica, sino psíquica y social. Nos gusta que nos presten atención, que nos pongan la mano. Esto puede mejorar una depresión o un mal de amores, pero sólo servirá de consuelo en un cáncer.

-¿Usted le llama Bauzá o Bauçà?

-Prefiero no llamarle mucho.

-¿Un paciente que no puede hablarle a su médico en catalán está más indefenso?

-Para una correcta relación, el enfermo debe expresarse en la lengua en la que se encuentra más cómodo y con mayor seguridad en la expresión. Lo lógico es que el médico, que cobra, se adapte a la voluntad del paciente, y que en Mallorca sea bilingüe.

-Nunca hubiera identificado al trote como un deporte de catedráticos.

-El caballo liberó al hombre del arado, que no debía ser un trabajo muy agradable. Al revolucionar el transporte con un carro propició el cambio tecnológico más importante antes de la revolución científica.

-Los propietarios de trotones matan a sus caballos.

-Los propietarios procuramos el mayor bienestar del animal. La injusticia cometida sobre un caballo nos duele en el alma, y he dejado de ir ciertas temporadas a son Pardo por el castigo excesivo a que se sometía a los trotones, que no saben por qué les pegan. La muerte de Manacor no es un hecho insólito, pero la vergüenza consiste en los intentos de encubrirla.

-¿Qué carrera de la UIB será la primera a suprimir?

-Soy un darwinista social. Los saberes evolucionan y hay un dilema sobre los aspectos de nuestra cultura que serán útiles en el futuro. La pedagogía, por ejemplo, perderá preponderancia, y las ciencias sociales en general. En su día desapareció la Hidrología Médica.

-¿Por qué le gusta tanto hablar?

-Es el mayor placer de la vida. Recibes información, y te ayuda a ordenar las ideas y a conocerte a ti mismo. Al hablar de algo, compruebas si lo has asimilado.