El juez Castro tiene previsto tomar declaración hoy al conocido empresario catalán Joaquín Boixareu, que presidió la Fundación Deporte, Cultura e Integración Social, creada en el año 2006, después de que el duque de Palma abandonara formalmente la presidencia del instituto Nóos. El empresario, que pertenece al sector textil, sostuvo que aceptó presidir esta fundación porque se negó a cobrarle un trabajo de asesoramiento que prestó al duque de Palma. La factura era de 30.000 euros. Dijo que aceptó este dinero con la única condición de que la cifra se destinara a un proyecto social, por lo que se creó este proyecto. Esta fundación recaudó más de 400.000 euros, que supuestamente se debían destinar a fines sociales. Sin embargo, los investigadores han averiguado que el dinero se destinó a empresas fuera de España, todas ellas controladas por los antiguos directivos de Nóos. El duque de Palma presidió el comité de deportistas, pero Anticorrupción sospecha que era el principal responsable de esta fundación. El empresario, que ya fue interrogado en Barcelona, se ha comprometido a decirle al juez que fue utilizado como testaferro, para que el nombre del duque de Palma no figurara en el listado de fundadores de esta fundación.

Sobrino del duque

También declarara hoy en el juzgado de Palma, aunque en calidad de testigo, Jan Gui Urdangarin, sobrino del duque de Palma. Este joven se encargaba de contratar a personas para el instituto Nóos, que cobraban un sueldo para, teóricamente, realizar encuestas a domicilio. Jan Gui era quien también se encargaba de repartir los sueldos. Varios empleados han sostenido que cobraban sin nada a cambio. Se cree que esta contratación ficticia se realizaba para obtener ayudas.