Baleares es la cuarta comunidad autónoma con la tasa de abandono escolar temprano más elevada, con un 30,7 % en 2011, la misma cifra que Murcia, aunque el índice ha descendido 12,5 puntos en tres años, según datos de la encuesta de población activa del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.

La tasa de abandono escolar temprano ha bajado en España del 31,9 al 26,5 % en el plazo de tres años, pero se mantiene por encima del 30 % en seis comunidades: Andalucía, Baleares, Canarias, Castilla-La Mancha, Murcia y La Rioja, además de en las dos ciudades autónomas, Ceuta y Melilla.

Este indicador mide la proporción de personas de entre 18 y 24 años que no se han titulado en FP ni Bachillerato ni siguen ningún tipo de formación.

La UE se ha propuesto reducirlo hasta el 10 % en 2020 y España hasta el 15 %, aunque hay dos autonomías que están ya por debajo de este nivel: Navarra (12 %) y País Vasco (13%).

Por debajo de la media nacional de ese año (26,5 %) se encuentran también Madrid (19,8 %), Galicia (20,8), Asturias (21,9 %), Cantabria (21,2), Aragón (22,7 %) y Cataluña (26 %).

Por el contrario, a la cabeza del abandono figuran Andalucía (32,5 %), seguida por Castilla-La Mancha (31,6 %), Canarias (31,5 %), Baleares y Murcia (30,7 %) y La Rioja (30,2 %), además de Ceuta y Melilla (32,2 %).

A continuación se sitúan Extremadura (29 6%), Comunidad Valenciana (27,4 %) y Castilla y León (27,3).

La media española acumula tres años consecutivos de bajada de este indicador, después de alcanzar un pico del 31,9 % en 2008.

Y con alguna excepción, todas las comunidades han conseguido rebajar su tasa en este trienio, pero de manera dispar, en parte porque la situación previa de cada una de ellas también era diferente.

La divergencia territorial se aprecia, además, en que el índice autonómico de abandono escolar prematuro más alto (Andalucía) se acerca al triple del más bajo (Navarra).

Según algunas interpretaciones, la crisis económica hace que el sistema educativo retenga a más alumnos y recupere a otros con formación escasa que dejaron los libros durante la bonanza económica atraídos por un mercado laboral que animaban la construcción y el turismo.

Como muestra de este cambio, se menciona una subida de matriculaciones de FP en los últimos tiempos.

No obstante, la tasa conjunta de alumnos españoles que abandonan las clases definitivamente al terminar la secundaria obligatoria sigue siendo el doble de la europea.

En 2011, la media de toda la UE era del 13,5 %, con los extremos estadísticos situados en Malta (33,5 %) y Eslovenia (4,2 %); Portugal tenía 23,2 %; Italia, 18,2 %; Grecia, 13,1 %; y Alemania, 11,5 %.