La sala segunda de la Audiencia celebrará el próximo lunes una vistilla para adoptar medidas preventivas de una fuga respecto a Damià Vidal, el exgerente de la empresa pública de informática del Govern Bitel condenado el 14 de diciembre a cinco años de privación de libertad por desvío de fondos. La fiscalía anticorrupción reclamó esa vistilla para adoptar medidas sobre Vidal, entre las que podría encontrarse el ingreso en prisión.

Damià Vidal, defendido por Eduardo Valdivia y Jaume Campaner, se enfrentó a una petición de condena por parte de la fiscalía anticorrupción de 12 años de prisión y el abono de casi 566.000 euros de indemnización a Bitel.

Dilaciones indebidas

Finalmente, y tras varios meses de demora en dictar la sentencia, el tribunal impuso al experto en informática una pena de cinco años de cárcel, aplicando las atenuantes de reparación del daño causado y dilaciones indebidas en el proceso.

Vidal fue declarado autor de los siguientes delitos: malversación de caudales, fraude a la Administración, prevaricación y cohecho. La sala segunda también condenó a penas de no cumplimiento a un exsocio de Vidal y a dos informáticos que trabajaron para Bitel.

Según la sentencia, el principal acusado se autoconcedió, como director gerente de la empresa pública, numerosos incrementos de nómina no autorizados, como pluses, gratificaciones, atrasos, primas, etc; efectuó compras y gastos particulares con la tarjeta visa de la sociedad y sacó dinero en efectivo de cajeros; realizó transferencias bancarias en su provecho; constituyó una sociedad tapadera para trabajar de proveedor de Bitel, con la que facturó casi 140.000 euros a las arcas públicas; y manipuló concursos para beneficiar a determinadas personas, a las que luego les exigió comisiones por los contratos.

Vidal presentó en su día un aval bancario por el presunto descuadre y en vísperas de su juicio ingresó en cuentas de la Audiencia cien mil euros a cuenta del dinero que tendrá que devolver al Govern.