Una joven de 24 años ha denunciado ante la Guardia Civil que fue abusada sexualmente y "violada" en repetidas ocasiones por parte presuntamente del expárroco de Can Picafort, Pere Barceló Rigo, cuando ella era solo una niña de 10 años. La víctima ha decidido denunciar los hechos una vez se ha convertido en una mujer adulta, y admite en su declaración que negó los presuntos abusos denunciados ya en 1998 por su entonces catequista, porque en aquellos momentos "era menor de edad" y estaba "amenazada y coaccionada" por el sacerdote para que no dijera la verdad.

El caso ya está siendo investigado por un juzgado de instrucción de Inca, y se trataría de la primera víctima en Mallorca que lleva ante la Justicia un supuesto caso de pederastia cometido por un sacerdote católico.

Pere Barceló fue apartado de sus funciones de párroco de Can Picafort y vicario de Pollença el 24 de marzo de 2011, y desde entonces está suspendido de sus cargos pastorales. El exobispo de Mallorca Jesús Murgui decidió abrir una investigación canónica a raíz de otra denuncia de una mujer de Cala Rajada que llegó a la diócesis a través de la ONG Red de Ayuda a Niños Abusados (RANA). Barceló, antes de ejercer su ministerio pastoral en Can Picafort, adonde llegó en 1996, había estado destinado en la parroquia de Cala Rajada (Capdepera).

Abusos continuados

Según el testimonio de la joven incluido en el escrito de denuncia, el presbítero abusó sistemáticamente de ella entre 1997 y 1998, cuando la niña contaba 10 y 11 años de edad, respectivamente. La víctima asegura que el cura la forzó a mantener relaciones sexuales de diferente índole, llegando al punto de consumarse "la violación" en varias ocasiones durante esos dos años, siendo ella menor de edad.

Los supuestos abusos se produjeron en la rectoría de la parroquia de Can Picafort y en una casa particular que el sacerdote tiene en Cala Rajada.

De igual modo, la joven ha confesado ante la Justicia que en 1998 mintió y negó los hechos ante la Fiscalía alegando que entonces estaba "coaccionada" por el sacerdote, que se habría prevalecido de su amistad y proximidad con la familia de la víctima.

El exrector de Can Picafort fue denunciado ante la Guardia Civil a mediados de 1998 por un catequista, quien explicó que unos meses antes había sorprendido a Barceló en la rectoría, abusando supuestamente de una niña de unos 10 años de edad, alumna suya. El denunciante recabó información de otros niños que entonces frecuentaban la iglesia, que según su versión le corroboraron la conducta del sacerdote.

La Fiscalía de Balears abrió diligencias y tomó declaración al acusado y a varios testigos, aunque finalmente terminó archivándolas al cabo de unos meses por falta de pruebas.

Según desveló el denunciante, hizo llegar los hechos también al entonces obispo, Teodor Úbeda, a través de un vicario episcopal, quien, de acuerdo con su versión, le amonestó por haber acudido a la Fiscalía. La Iglesia, afirmó en su día el catequista, obvió la denuncia y permitió que Barceló continuara ejerciendo. Sin embargo, el exobispo Jesús Murgui, al escuchar el relato de RANA el pasado año, suspendió cautelarmente a Barceló de sus oficios, y abrió una investigación para esclarecer los hechos, incluido lo acaecido en Can Picafort.

Ahora la víctima, convertida ya en una mujer, ha decidido dar un paso adelante, y ha presentado una denuncia ante la Justicia contra el sacerdote, en la que también rememora cómo el catequista de Can Picafort les sorprendió en la rectoría mientras se producían los presuntos abusos por parte del clérigo, cuando ella era una niña.