El juez de instrucción 7 de Palma ha remitido a la fiscalía anticorrupción una pieza separada del caso Relámpago, una presunta trama de evasión fiscal, donde se imputa al notario palmesano Alberto Herranz por colaborar en un caso de blanqueo de capitales y delito fiscal. El magistrado ha trasladado la causa a la fiscalía anticorrupción, que deberá formular su escrito de acusación contra el notario, el abogado Alejandro Feliu, el millonario británico Peter Brian Bradley y otros encausados. Herranz ha recurrido el auto ante la Audiencia.

La notaría de Alberto Herranz y Álvaro Delgado fue registrada durante horas cuando estalló la operación Relámpago, en abril del 2007. El Grupo de Delitos Económicos de la Policía Nacional, la fiscalía anticorrupción y la Agencia Tributaria sospechaban que la notaría había sido usada por el bufete Feliu, clientes del mismo, y otras personas para evadir impuestos.

Los investigadores pensaban que en ese despacho se había favorecido la creación de sociedades usadas por la supuesta trama de evasión fiscal para camuflar a los verdaderos dueños de grandes posesiones y otros inmuebles.

Delgado exculpado

Más de cinco años después de aquella intervención policial, La pieza separada donde estaba encausado Álvaro Delgado ha sido sobreseída por el juez Antoni Garcías, mientras que su compañero de notaría podría acabar siendo juzgado.

Bradley reside en Inglaterra y fue acusado de cometer una estafa millonaria con ocasión de la venta de una sociedad. Anticorrupción postula que parte de los beneficios obtenidos en aquella estafa fueron invertidos en inmuebles en Mallorca, entre ellos un chalé de la avenida Joan Miró de Calvià.

Peter Brian Bradley fue identificado por el abogado Alejandro Feliu, uno de los socios más destacados del bufete que lleva su apellido, como el propietario de tres empresas que realizaron inversiones inmobiliarias millonarias en Mallorca.

Las tres sociedades son: Bel-Brogit S.L.; Acantus de Bari S.L. y Mallorca San Telmo S.L.

Las empresas que supuestamente pertenecen al millonario británico están controladas, no obstante, por otras sociedades vinculadas a paraísos fiscales, como Panamá, las islas Jersey, o las islas Caimán. La Agencia Tributaria y la fiscalía anticorrupción postulan que Acantus de Bari y Mallorca San Telmo tienen "una estructura accionarial opaca". La casa de Calvià fue escriturada en 1,85 millones, pero se sospecha que se pagaron por ella más de tres millones de euros.