¿Qué medio de transporte usan la rectora y los dos investigadores principales de este estudio para desplazarse hasta la UIB? Esta pregunta pilló de improviso a Casas, que tuvo que admitir que usa el coche porque las conexiones desde su domicilio, en las inmediaciones del Joan March, lo hacen más aconsejable. Similar respuesta ofreció Joana Maria Seguí, que se excusó en que vive en la barriada palmesana de Son Dameto y en que los billetes de la EMT no tienen intermodalidad con el metro, por lo que le sale más caro acceder al campus en transporte público aún incluyendo todos los gastos de su vehículo particular como el seguro y el impuesto de circulación.

El otro investigador que presentó el estudio, Maurici Ruiz, salió algo mejor parado al confesar que acude a la UIB en coche particular, pero que lo comparte semanalmente con otros docentes.