­La Comisión Europea ha informado favorablemente sobre la importación de Combustible Sólido Recuperado (CSR) de otros países de la Unión para incinerar en la planta de Tirme en la isla de Mallorca, según informó ayer el Consell de Mallorca mediante un comunicado.

En un escrito de respuesta a diversas cuestiones planteadas en el Parlamento Europeo sobre este proyecto de importación, la Comisión Europea recuerda que la planta de Son Reus está calificada como una incineradora con recuperación de energía de conformidad con el anexo II de la Directiva Marco de Residuos (DMR), un sistema de tratamiento de residuos que está muy por encima, en cuanto a calidad ambiental, de otros métodos de gestión como los vertederos.

En esta respuesta se explica que, en la jerarquía de residuos, la incineración con recuperación de energía tiene un nivel de consideración más elevado que otras prácticas ya que produce mejores resultados ambientales.

La Comisión Europea también se ha pronunciado sobre el transporte de residuos aclarando que los Estados miembros están autorizados a llevar a cabo envíos destinados a operaciones de recuperación dentro de la Unión Europea (UE), en virtud del reglamento sobre traslados de residuos.

Asimismo, Bruselas destaca que la ampliación de la incineradora que la empresa Tirme tiene en Son Reus ya ha sido sometida a una evaluación de impacto ambiental de conformidad con la legislación comunitaria y que, por lo tanto, cumple con todos los trámites ambientales que le son legalmente de aplicación.

El Consell de Mallorca ha puesto en marcha la iniciativa de importar residuos convertidos en combustible para evitar subir la tasa de incineración a los ciudadanos de Mallorca. La consellera insular de Medio Ambiente, Catalina Soler, explicó en su momento que existen garantías de que los residuos que llegarán no son contaminantes.

Sin embargo, desde los grupos de la oposición han acusado al Consell de querer convertir a Mallorca en el "gran basurero de toda Europa".