Las escapadas a Cabrera de los consellers Biel Company y Rafael Bosch, con barcas y personal del Govern para que el segundo pueda bucear -más el banquete gratis "porque los pescadores nos quieren agasajar"-, no han tenido "el coste cero" que ambos aseguran. Además del combustible de las embarcaciones públicas que los dos políticos utilizan para llegar hasta el parque nacional y navegar en sus aguas, por lo menos dos empleados públicos han tenido que realizar horas extraordinarias, saltándose la orden del Ejecutivo Bauzá que prohíbe tajantemente este tipo de gastos en aras de la austeridad.

Bosch y Company han tenido que admitir que se han desplazado hasta Cabrera por lo menos en dos ocasiones con medios públicos, una a finales de agosto de 2011, y la otra a mediados de julio de este año. A los dos consellers se les vio llegar a Cabrera por la mañana y regresar hacia Mallorca sobre las ocho de la tarde, de modo que los dos empleados que les acompañaban tuvieron que trabajar horas extraordinarias, ya que su horario es de 8 a 15 horas.

Bosch, cameraman

Bosch, en su calidad de portavoz del Govern, calificó ayer de visita oficial sus propios desplazamientos a Cabrera con cargo al Govern, y lo comparó con "una visita como conseller a un centro educativo, o a un museo, y viene otro conseller conmigo, iríamos en coche oficial", señaló. Bosch admite que tanto en 2011 como en 2012 ha ido a bucear a Cabrera, y lo atribuye a la grabación de "un vídeo educativo" sobre el fondo marino del parque, con el que dar a conocer "esta maravilla" en los colegios. Ello, pese a reconocer al mismo tiempo que no ha presupuestado ni un euro para el proyecto desde que es conseller.

El titular de Educación intenta justificar su escapada anual a Cabrera con barcas y personal públicos con su voluntad de ahorrar dinero al Govern a la hora de realizar dicho proyecto de divulgación del parque nacional. Por eso, sostiene, él mismo se sumerge con su equipo de bombonas y hace de cameraman, acompañado "por otras dos personas", de las que eludió revelar su identidad puesto que "al ser terceros no tiene por qué saberse", sentenció, lo que supone una contradicción si se trata, como defiende el conseller, de una actividad oficial.

Los acompañantes de Bosch en las inmersiones -mientras el conseller Company "espera sobre la barca"- son "personas con la capacidad técnica y de buceo necesaria", sostuvo ayer Bosch en la rueda de prensa posterior al consejo de gobierno. Tras la misma, explicó a Diario de Mallorca que estos técnicos eran "dos amigos" suyos. El portavoz del Govern recalcó que de haberse llevado a profesionales, "hubieran cobrado", aunque ´olvidó´ decir que "los dos responsables de la barca" pública que le llevaron a Cabrera tuvieron que dedicar toda su jornada laboral a estar con él y Company, lo que les supuso además hacer horas extra. Sorprende que hasta ser descubierto, Bosch nunca hubiera publicitado su proyecto didáctico, ni siquiera lo mencionó en su Facebook cuando el 28 de agosto de 2011 colgó un mini-vídeo en el que sale él buceando en Cabrera, la primera vez que fue en barca y con personal públicos. Y eso que Bosch suele informar a diario en su perfil de cuantas actividades oficiales lleva a cabo.

Un particular que quiera realizar la misma excursión que Bosch con buceo en Cabrera, no tiene la suerte que el conseller de que le salga gratis. Una empresa que organiza salidas desde la Colònia de Sant Jordi cobra 600 euros por día por el viaje en barca, más 100 euros de media por cada buzo que haga inmersiones. Eso sí, como el conseller, el submarinista se trae su propio equipo, de lo contrario el precio sube.