Este próximo invierno va a ser uno de los más grises para la zona turística por excelencia de la ciudad de Palma: el Paseo Marítimo. Tras el anunció del Grupo Cursach de que va a cerrar durante seis meses sus locales de ocio más populares de la ciudad, como Tito´s y Abraxas, ahora es la cadena Meliá la que comunica una parada en la actividad de los dos hoteles más emblemáticos de la fachada palmesana, como son el Victoria y el Palas Atenea, para poder realizar obras de reforma.

La citada cadena hotelera confirmó que el Victoria cerrará sus puertas en noviembre y diciembre, y el Palas en diciembre y enero, en una operación que se hará coincidir con las vacaciones de su personal. El motivo que se alega es que ambos establecimientos van a ejecutar reformas en su interior.

Pero pese al trabajo que estas obras pueden suponer para el sector de la construcción, los secretarios generales de las federaciones de Hostelería de UGT y CC OO, Antonio Copete y Angeles Sánchez respectivamente, no ocultan que se trata de un factor añadido que va a hacer que el próximo se convierta en uno de los inviernos más duros que se recuerdan, dado el carácter dinamizador que ambos establecimientos de alojamiento tienen para la zona, incluidos los negocios de restauración y comerciales más próximos.

Según ambos representantes sindicales, esta temporada baja que está a punto de iniciarse se va a caracterizar por ser la que menos planta hotelera mantiene abierta, ante el creciente número de establecimientos de alojamiento que optan por convertir su actividad en estacional.

Menos consumo invernal

El presidente de la patronal de comercio Afedeco, Bartolomé Servera, se suma a estas opiniones. El cierre temporal de los dos hoteles de Meliá va a conllevar una reducción del consumo en Palma, ante la evidente debilidad del gasto que realizan los residentes en las islas, afirma. Pero además, lamenta la imagen de "luces apagadas" que la zona turística más importante de Palma va a adquirir durante la noche invernal.

Porque un aspecto que se destaca es que esta paralización temporal de la actividad va a ser protagonizada por dos establecimientos de alto nivel (su categoría es de cinco y cuatro estrellas), lo que implica la pérdida de clientela de alto poder adquisitivo durante la temporada baja en un momento en que ésta se considera más necesaria que nunca.

Por ello, Servera no oculta su escepticismo ante la decisión del ayuntamiento de Palma de solicitar que la declaración de zona de gran afluencia turística para el centro de la ciudad se mantenga también en temporada baja con el fin de que su comercio pueda abrir todos los festivos del año. Las dudas del presidente de Afedeco se centran en la falta de clientela para mantener ese nivel de actividad.

De forma muy similar se expresan la presidenta de la patronal de Comercio-Caeb, Pilar Carbonell y su homólogo en Pimem, Alfonso Robledo. Carbonell reconoce que esta parada "se veía venir" ante la debilidad de las reservas invernales, y ambos no dudan en calificar de "muy mala noticia para Palma" el elevado cierre de negocios que se ha anunciado para la temporada baja.

Como Servera, destacan el recorte de la clientela que se va a registrar para bares y restaurantes, independientemente de su poder adquisitivo, y el deterioro de la imagen de la zona, ya que a un Palacio de Congresos inacabado se va a sumar en la primera línea de Palma la imagen de dos hoteles y dos locales de ocio emblemáticos cerrados.