­Agentes de la Policía Nacional y de Aduanas, junto a inspectores de Trabajo, realizaron el domingo a mediodía una operación de control en el Nikki Beach, una lujosa terraza en la playa de Magaluf, para controlar la documentación de los empleados.

Los agentes e inspectores se colocaron alrededor del recinto de la terraza sobre la una del mediodía, poco antes de que comenzara la fiesta de clausura. Cuando se identificaron, varias personas salieron huyendo a la carrera.

El operativo abarcaba tres ámbitos distintos: los agentes de la Policía Nacional examinaban los documentos de los trabajadores, sobre todo personal de seguridad, para ver si entre ellos había inmigrantes en situación irregular; el personal de Aduanas se centró en la comercialización del alcohol y el tabaco, así como en el control de coches con matrícula extranjera de los clientes; y por último los inspectores de Trabajo solicitaron los documentos de contratación, para determinar si todos los empleados contaban con contratos en regla y estaban dados de alta en la Seguridad Social.

La inspección se prolongó hasta las tres de la tarde, y fueron sometidas a ella todos los trabajadores del establecimiento, unas cincuenta personas. Tras ella el local prosiguió con su fiesta del final del verano.