La infanta Cristina no será imputada en el escándalo del instituto Nóos, ni tan siquiera citada a declarar como testigo, a pesar de que la Policía ha detectado que recibió un ingreso de 12.671 euros en su cuenta bancaria, a su nombre, que procedía de la empresa que presidía su esposo, Iñaki Urdangarin.

Fuentes próximas a la investigación han señalado que el dinero se ingresó en una cuenta bancaria que compartía a medias con su marido, por lo que podría tratarse de un error de que se anotara el nombre de la infanta Cristina cuando se recibió este dinero. Tanto el duque de Palma, como incluso los directivos y empleados del instituto Nóos, han sostenido que la hija del Rey nunca tuvo una actuación ejecutiva en la empresa, ni tampoco recibió ningún tipo de beneficio económico.

Desde que se detectó este ingreso, a través de la información que facilitaron las entidades bancarias que operaban con el instituto Nóos y con todas sus empresas satélites, la Policía inició una investigación para determinar quién realizó este ingreso a nombre de la infanta y en concepto de qué. Sin embargo, las últimas averiguaciones ponen en duda que la duquesa de Palma hubiera recibido los 12.671 euros, porque la cantidad que se ingresó coincide con el sueldo mensual que Iñaki Urdangarin recibía por presidir la sociedad Nóos Estrategias, que dirigía junto a su socio Diego Torres. Si se confirma que el dinero lo recibió Urdangarin, aunque en el banco anotaran el nombre de su esposa, no se considera que haya cambiado la situación para citar a declarar a la infanta Cristina.

Desde que apareció este ingreso los investigadores no querían adelantar ninguna conclusión, y aunque les sorprendió que la infanta Cristina hubiera podido recibir un ingreso a su nombre, quisieron comprobar en concepto de qué se recibió este dinero.

Ni el juez Castro ni el fiscal Pedro Horrach han defendido nunca la citación de la infanta Cristina, a pesar de que figurara como vocal en el consejo de administración de Nóos, y que la empresa que compartía con su esposo, Aizoón, hubiera recibido beneficios de las actividades económicas del instituto sin ánimo de lucro. Fue el pseudosindicato Manos Limpias quien defendió la citación de la infanta, porque interpretaba la acusación popular que no podía alegar que no sabía de dónde sacaba el dinero su esposo y que, al mismo tiempo, se había aprovechado de los millonarios beneficios que había logrado Iñaki Urdangarin a través de sus actividades económicas.

Hace pocas semanas la Audiencia dio la razón al juez y al fiscal, y rechazó el recurso que planteó el sindicato. El auto judicial señalaba que no se indicaba qué delitos se le iban a imputar a la infanta y se recordaba que no era lo mismo conocer que participar.