Pocas incidencias en la primera jornada laboral en la que se aplicó el copago farmacéutico en función de la renta. La aplicación del Ib-Salut que calcula el porcentaje de pago funcionó correctamente al pasar la tarjeta sanitaria y, al menos en las dispensaciones de receta electrónica, apenas se dieron fallos.

Lo que sí reclamaron los farmacéuticos fue que la Administración diera más información a los usuarios, ya que muchos boticarios se vieron durante el día de ayer un tanto agobiados aclarando a sus clientes sus dudas sobre el nuevo sistema.

"Todo ha funcionado bastante bien con el sistema informático y con la receta electrónica, pero la gente todavía está bastante desorientada y pediremos a la Administración que habilite un teléfono de consulta gratuito para que les informe lo que deben pagar", reclamó Antoni Real, presidente de los farmacéuticos de Balears.

Y la respuesta fue inusualmente eficiente ya que ayer mismo se podía consultar el porcentaje a pagar en la web del Ib-Salut (www.ibsalut.es) y en el teléfono de cita previa 902 079 079, donde unas telefonistas repetían lo que casi todo el mundo ya sabe: que los pensionistas con rentas inferiores a los 18.000 euros anuales pagarán el 10% de los medicamentos con un límite máximo de 8 euros al mes; los que tengan una renta anual de entre 18.000 y 100.000 tendrán que desembolsar también el 10% de los fármacos que consuman con un máximo de 18 euros mensuales y, por último, que aquellos pensionistas con rentas superiores a los 100.000 euros anuales satisfarán el 60% de los fármacos con un límite de 60 euros al mes.

Los porcentajes de pago de los trabajadores activos para estos niveles de renta serán, respectivamente, del 40%, 50% y 60% del monto total de los fármacos que recojan en las farmacias aunque, eso sí, sin límite máximo y por tanto sin derecho a devolución posterior.

No obstante, las telefonistas habilitadas por el Ib-Salut no tenían todas las respuestas: no contemplaban la posibilidad de que un trabajador activo fuera al mismo tiempo enfermo crónico e informaban de que, independiente de la enfermedad a la que estará ligado de por vida, debería satisfacer el porcentaje de sus medicamentos estipulado en función de su renta.

Y esto no es así. A los medicamentos de los enfermos crónicos, que son considerados de aportación reducida, se les ha actualizado el IPC y si antes de pagaba un máximo de 2,64 euros por una dispensación, ahora se pasará a pagar un máximo de 4,13.

Aportación del cien por cien

Pese a la normalidad imperante en las farmacias ayer, sí se detectó algún fallo. Aparecieron al menos 4 recetas en papel en la que figuraba una aportación del cien por cien del medicamento, algo del todo imposible porque ese porcentaje no está contemplado para ningún beneficiario del Sistema Nacional de Salud. Y, en caso de haberse prescrito algún medicamento para un visitante extranjero sin cobertura, no debería haberse emitido una receta. Desde el Colegio de Farmacéuticos atribuyeron este error a "una mala interpretación de algún facultativo de Atención Primaria".

El sistema funcionó satisfactoriamente porque el porcentaje de introducción de la receta electrónica en Balears supera en estos momentos el 92% de los usuarios y, como recalcó el presidente de los farmacéuticos, "se han dado órdenes tajantes a los médicos de que dejen de prescribir medicamentos en papel. Todavía nos llegarán algunas recetas en este soporte, pero serán residuales, consecuencia de alguna visita domiciliaria".

En cualquier caso, los farmacéuticos han alcanzado un acuerdo con la Administración para cobrar, como regla general, un 10% del precio del medicamento a los pensionistas y un 40% a los trabajadores activos cuando no sepan qué porcentaje deberían abonar estas personas en realidad.