Maria Antònia Oliver, presidenta de la Asociación de la Memoria Histórica de Mallorca, y una de las personas que primero denunció en España ante la Audiencia Nacional los supuestos crímenes contra la humanidad cometidos entre 1936 y 1939 y la postguerra, acudió ayer a la Audiencia.

Oliver, y otros compañeros de su asociación, se sintieron decepcionados al no poder asistir a la apelación del auto. Este tipo de vistas normalmente se hacen a puerta cerrada, dado que son recursos de asuntos en fase de instrucción.

La presidenta explicó que su intención es conseguir que los derechos de las víctimas de crímenes de lesa humanidad se respeten. "Necesitamos el amparo de la Justicia para poder abrir la fosa de Porreres, extraer los restos e identificar a las personas allí sepultadas, entre las que pensamos que se halla mi abuelo", comentó. La denunciante añadió que se ignora el número exacto de personas sepultadas.