Onces meses después de haber sido investido presidente del Govern, y tras desvelar DIARIO de MALLORCA que simultaneaba su cargo público con la gestión de sus negocios privados, aparte de no haberlo declarado al Parlamento ni al Govern, José Ramón Bauzá se ha apresurado a dejar de figurar como administrador de sus dos sociedades, pese a haber defendido hasta la saciedad que ello era perfectamente compatible.

El presidente se ha visto acorralado después de que la oposición requiera acceder a la declaración de sus bienes y actividades entregada al Parlamento y al Govern, para comprobar si Bauzá ha vulnerado la ley de Incompatibilidades y en su caso denunciarlo ante los tribunales. Dicha ley, muy estricta, prohíbe que un miembro del Govern, y especialmente el presidente, administre sociedades mercantiles mientras dure su mandato, por lo que Bauzá se ha apartado oficialmente de la gestión de la vinoteca Divino, en Calvià, y de la sociedad Bauser International 2001, S.L., en Marratxí, cuyo objeto social es la venta de productos sanitarios.

Al poco de estallar la polémica, el pasado 3 de mayo el presidente renunció como administrador mancomunado de la vinoteca Divino, y colocó a su socio, José Antonio Guitart, como administrador único de la misma. Unos días más tarde, el 9 de mayo, Bauzá cesó como administrador único de Bauser International 2001, S.L., nombrando en su lugar a su esposa, Ángeles Alejandra Marquina. En ambos casos, Bauzá continúa apareciendo en el Registro Mercantil como accionista de ambas empresas, poseyendo el total de participaciones en Bauser.

Desmiente y luego renuncia

Llama la atención que tan solo unos días antes de hacer estos cambios societarios, el 30 de abril Bauzá difundió un "desmentido" oficial sobre las informaciones publicadas principalmente por este diario, y defendió, rotundo: "No he incurrido en ninguna causa de incompatibilidad ni como diputado ni como presidente del Govern de las Illes Balears".

En el caso de la vinoteca, Bauzá sostenía que renunció el 9 de julio de 2011 como administrador de la misma, y descargaba sobre su socio, Guitart, la responsabilidad de no haberlo elevado a documento público ante el Registro Mercantil: "No me incumbía personalmente [hacerlo], sino a quien era el nuevo administrador único de la sociedad", decía el desmentido de Bauzá. La realidad es que hasta el pasado día 3 ha sido formalmente administrador mancomunado de Divino y sigue siendo copropietario según el Registro.

En cuanto a la sociedad Bauser, "se trata de simple administración de patrimonio personal, expresamente permitida a los diputados y a los presidentes por ley y, en consecuencia, excluida de la declaración de actividades", aseguró por su cuenta y riesgo el presidente en su comunicado. Paradójicamente, Bauzá se ha afanado ahora a nombrar a su mujer, profesora de Instituto, como administradora de la empresa oficialmente dedicada al "comercio al por menor de instrumentos médicos, ópticos, ortopédicos y fotográficos", si bien en realidad se dedica "al arrendamiento de locales", según el propio presidente especificaba en su desmentido. Marquina jamás ha desempeñado un cargo societario.

Bauzá aún tiene otro frente abierto con su farmacia, pues el PSOE ha solicitado al Govern un dictamen sobre la compatibilidad de ser presidente y propietario de una farmacia, aun habiendo nombrado a un farmacéutico sustituto para que la gestione.

Los socialistas se aferran a una sentencia que hace unos años declaró incompatible que la exconsellera de Salud Aina Salom fuera la titular de una farmacia, algo vetado a los miembros del Ejecutivo autonómico.