Una aventura nunca es para siempre. La pañoleta roja y verde de los ´scouts´ se quedará guardada en el armario pero seguirá presente en los corazones de sus miembros. La hazaña del Grupo Scout San Alonso (G.S.S.A), vinculado durante 29 años al colegio Montesión, llega a su fin. Ayer celebraron la última excursión. Todo empezó de la mano de los hermanos jesuitas Andrés Marí y Ramón López. En 1981 como grupo excursionista y en 1983, oficialmente, ya como agrupación ´scout´. Lejos quedan aquellos dos autocares llenos de pequeños excursionistas. Tras el constante goteo de inasistencia de los niños de los últimos años y la falta de apoyo, los ocho monitores del grupo tomaron a principios de mes la "dificilísima" decisión de cerrar el grupo. "El grupo es inviable a pesar de las ganas e ilusión de seguir transmitiendo los valores que otros en su día nos enseñaron", firma el equipo de monitores en una carta de despedida.

Como homenaje, ayer unos cuarenta niños repitieron la primera excusión que se hizo en los años 80. "No fue un día triste", reiteran los monitores. "Nos vamos sintiendo que hemos hecho todo lo posible por contribuir a seguir inculcando los valores del escultismo a nuevas hornadas de muchachos y muchachas", continúa la misiva. Y aplicando las palabras de Baden Powell que instaban a mirar el lado alegre de las cosas en vez del triste, ayer estos 40 ´scouts´ recorrieron los senderos entre Cúber, l´Ofre y Sóller para disfrutar de una jornada de amistad rodeados del encanto de la Serra. Un encanto con el que se despide esta agrupación que a lo largo de su historia ha visto pasar a más de 2.500 estudiantes del centro educativo palmesano, que en algún momento de su vida formaron parte de los ´scouts´.

El coordinador Javier Pachón relata cómo se ha puesto punto y final a esta aventura. Este pasado verano recuperaron un campamento emblemático de los ´scouts´ tras unos cinco años sin celebrarse. "Los ánimos estaban hacia arriba", admite, pero a pesar de ello, casi no empiezan el curso o "ronda solar" en su nomenclatura. La falta de asistencia era una tónica habitual en los últimos años. Hablaron con los padres y lograron cumplir con las 40 inscripciones pero así como avanzaba el curso la asistencia no se cumplía. Así se tuvo que cancelar el campamento de Navidad y fue la suspensión de la acampada prevista para el puente del 1 de marzo, lo que llevó a los monitores a tomar la decisión final.

Para dar el último adiós al grupo ´scout´, ayer repitieron la primera excursión y el próximo domingo, 1 de abril, todos los que en su día formaron parte de esta aventura pueden subir a Lluc a participar a la diada de despedida del G.S.S.A. De momento, ya está prevista la participación de un centenar de personas.

Uno de los que asistirá será Luis Feliu, miembro del grupo desde sus inicios. Hace 16 años que dejó de ser ´scout´ pero esta historia "siempre estará conmigo". "Empecé para disfrutar de la montaña pero cuando conoces la ideología ´scout´, te enganchas". "Ha sido una experiencia bestial y muy gratificante", añade. De hecho, remarca, "para muchos el grupo ´scout´ fue de las primeras cosas: la primera vez que subimos a una montaña, que hicimos un viaje sin la tutela paterna, que dormimos a la intemperie, que pisamos la nieve, donde encontramos los primeros amigos..." Y es que, destaca, "30 años después, cada semana sigo quedando con los amigos del grupo". Cuando a principios de los 80 empezaron esta aventura, dice, "sabíamos que no era duraría siempre". A pesar de la nostalgia del cierre, Feliu se siente orgulloso y agradecido de estos 29 años de pañoletas, más que nada porque ha sido testigo de que "una pequeña idea puede convertirse en algo muy especial". Y sobre todo porque en el equipo de Javier Pachón está "la esencia del primero, el hermano Ramón López y su equipo". Y lo más importante, subraya, "me resulta mágico porque sé que Javier no conoce a Ramón". A pesar de que hace 16 años que colgó la pañoleta, la filosofía ´scout´ sigue haciendo mella. Así, Feliu ha ido practicando algunos de los valores que aprendió en el grupo ´scout´. Por ejemplo, el de la solidaridad al hacerse voluntario de un hospital de noche.

"Es una lástima", fue la primera reacción de Feliu al conocer el cierre de la agrupación pero también es consciente que hoy en día con la sociedad actual es muy difícil ser monitor. "Si un niño se cae y se rompe un brazo, enseguida tienes a un inspector. Esto condiciona", apunta. Además, añade, los padres son más proteccionistas.

Peor se lo ha tomado el hermano Ramón. Pero como fundador es lo más normal. "La noticia del cierre del Grupo Scout San Alonso me ha caído muy mal como creador del movimiento", afirma a este periódico pero acto seguido manifiesta que se resigna a la decisión. Sabe que durante casi tres décadas cientos y cientos de niños han crecido con los valores de la familia ´scout´.

No habrá más excursiones, ni más actividades, ni más acampadas ni más campamentos a Senet, Lleida. Es verdad, no habrá más caminatas juntos pero los monitores liderados por Javier Pachón son de los que creen que "la belleza subsiste en el recuerdo, de ahí que nadie pueda borrar los pasos que dimos juntos". El contacto con la naturaleza, la convivencia, el esfuerzo, el sacrificio y el valor del servicio continuarán presentes en todos los ´scouts´. Los colores rojo y verde de la pañoleta ´scout´ siempre residirán en sus corazones. La aventura acaba pero el sentimiento ´scout´ continuará en sus recuerdos. Seguro.