Los estudiantes superaron todas las expectativas y las cifras registradas en protestas anteriores. Casi 3.000 alumnos de Secundaria, Bachillerato y Universitat hicieron huelga y se manifestaron ayer en Palma contra los recortes en el sector educativo, en una marcha que transcurrió sin incidencias de ningún tipo. Lo sucedido en Valencia la semana pasada aún estaba en la mente de todos, tanto de manifestantes como de policías, y en Palma no se produjo ningún tipo de enfrentamientos ni cargas.

Sí hubo consignas, pancartas, canciones, banderas (de la republicana a la senyera) y panfletos por doquier, desde la ´plaza del tubo´ hasta el Consolat de Mar y durante casi dos horas. Bajo el lema Seva és la crisi, nostra és la lluita, la jornada de huelga fue convocada por la Assemblea de la Comunitat Universitària, cuyos miembros pasaron la noche del martes encerrados en la facultad de Educación de la UIB.

Por ello, el campus fue el escenario de las primeras protestas del día. Los acampados dedicaron las primeras horas de la mañana a hacer piquetes y a informar por las distintas facultades y a los coches que llegaban de la jornada de huelga, en un intento por captar a más manifestantes. Hubo atascos para acceder al campus y en algunos edificios como en el Ramon Llull, los manifestantes sacaron sillas y mesas de las clases a los pasillos. También se movieron y volcaron algunos contenedores, si bien, según aseguraron trabajadores de la Universitat, en torno a las once la situación era de total normalidad.

Los manifestantes universitarios cogieron el metro y acudieron al punto de encuentro con los alumnos de 3º y 4º de Secundaria y de Bachillerato: la ´plaza del tubo´. (o del Institut Balear, si utilizamos el nombre oficial). Allí se juntaron con los estudiantes de varios institutos de Palma y de la Part Forana, desde Sóller hasta Sa Pobla.

Los jóvenes aseguraron que en los institutos no les habían puesto trabas para acudir a la protesta. En algunos incluso, les habían jaleado, según explicaban un grupo de alumnas de Bachillerato del instituto de Sóller, que decidieron participar en la manifestación al considerar que los recortes en el sector educativo constituyen "un ataque directo" contra ellos, los alumnos. "Hemos venido a defendernos", explicaba una joven. Los distintos consultados señalaron que sus padres, que habían tenido que firmarles una autorización, les apoyaban y entendían porqué se movilizaban. "Es importante que salgamos a la calle", apuntaba una alumna del IES Medina Mayurca, "es nuestro futuro el que tenemos que defender".

Además de representantes de STEI-i, UGT y CCOO, como Gabriel Caldentey, Carme Santamaría y Katiana Vicens respectivamente; tampoco quisieron faltar a la cita algunos políticos, como Fina Santiago o Antoni Alorda, del PSM.

La marcha avanzó por las Ramblas hasta la plaza Joan Carles I para finalizar frente al Consolat de Mar. Los gritos y lemas inscritos en las pancartas eran en algunos casos una buena muestra de ingenio como La lletra amb retalls no entra oVolem més beques i menys hipoteques. Cuando se congregaron frente al Consolat de Mar se oyeron frases como Españoles cuidado, Franco ha resucitado y también hubo gritos pidiéndo a Bauzá que saliera al balcón.

Los efectivos de la Policía Nacional hicieron un círculo que impidió que los estudiantes se acercaran demasiado a la puerta de la sede del Govern. En un momento, se pidió la documentación a uno de los manifestantes, sin que derivara en nada más grave. Después, se leyó un manifiesto explicando las razones de su protesta: proteger la educación pública de los ajustes.

Los recortes en Balears

De momento, los recortes en Balears se han traducido en un aumento de la carga lectiva del profesorado (por el que se dejará de contratar a 400 interinos); en bajas que no se cubren hasta que no superan los 30 días; en una disminución del 30% de la partida que reciben los centros para funcionar; en la supresión de programas como el de reutilización de libros de texto; y en una disminución del presupuesto de la UIB, entre otros.

El conseller de Educación, Rafael Bosch, aplaudió que los centros funcionaron con "actividad normal", a pesar de que indicó que sabía que se había producido "alguna manifestación no muy numerosa". Consideró que "tan importante es el derecho a la educación como el de manifestación".

Por otro lado, las nuevas generaciones del Partido Popular emitieron un comunicado acusando al Consell d´Estudiants de la UIB de estar detrás de los piquetes que tuvieron lugar a primera hora de la mañana en la UIB. Pidieron la dimisión de su presidente, y miembro de las Juventudes Socialistas, Víctor Robles, por haber "manipulados y politizado la protesta", a pesar de que la jornada fue convocada y organizada por la Assemblea de la Comunitat Universitària, que es independiente del Consell d´Estudiants.