La Dirección General de Industria y Energía alerta de que ha notado el aumento de las denuncias y de las consultas de ciudadanos que se quejan de revisiones de gas irregulares. El responsable de este departamento, Jaime Ochogavía, informó ayer que en los últimos tres meses han recibido ocho denuncias por inspecciones fraudulentas y numerosas consultas que no llegan a formalizarse en una denuncia. Por semana suelen recibir unas 30 consultas ya que, según detalló, unas ocho personas acuden a la semana a las oficinas de la dirección general para pedir información sobre este tema, mientras que suelen recibir unas cuatro llamadas diarias.

Ochogavía explicó que han detectado unas siete empresas que intentan suplantar las distribuidoras oficiales. Asimismo, añadió que su ámbitos de actuación se centran en las zonas rurales. También suelen aprovechar el verano para acudir a los apartamentos de la costa para llevar a cabo tales revisiones ilegales.

El responsable del departamento explicó que hay dos tipos de instalaciones: el gas suministrado por red, donde cada usuario tiene su propio contador, y la bombona de butano. En el caso de que el suministro sea a través de la red, la empresa distribuidora es la encargada de realizar una inspección cada cinco años. Ochogavía remarcó que debe ser la compañía que debe avisar previamente al usuario y también hizo hincapié que la tarifa de la revisión es de 43 euros más IVA. Eso sí, el cliente nunca debe abonar esta cuantía al inspector ya que se abona en la factura. El experto remarcó que como las distribuidoras suelen dejar una semana antes un aviso en las casas, las empresas fraudulentas aprovechan y acuden dos o tres días antes de la fecha oficial.

Las instalaciones que funcionan con bombonas se deben revisar cada cinco años pero es el propio usuario quien debe encargar dicha inspección a su empresa de confianza. No hay una tarifa fija, si no que es de libre mercado. Las empresas fraudulentas llegan a cobrar entre 200 y 3oo euros por revisión. Por ello, Ochogavía adelantó que intentarán pactar un precio con los instaladores de fontanería.