Nuevo rifirrafe entre el líder de UGT, Lorenzo Bravo, y el PP. Durante la protesta de delegados sindicales de UGT y CC OO contra la "ruptura laboral", Bravo llamó "fascista" al presidente José Ramón Bauzá por criticar en el pleno del Parlament que la política de "meter la mano" de las entidades sociales fue la que derivó en una deuda de 4.500 millones.

"Quiero dedicar una píldora especial al señor presidente, que nos ha dicho que ponemos la mano, además lo ha dicho de una manera muy facha, porque es muy fascista este señor, y decir que nosotros no ponemos la mano, y si la ponemos es porque tenemos derecho por la Constitución a las ayudas, que nos las han quitado todas", afirmó Bravo, quien añadió que los mandatarios isleños son unos "sinvergüenzas" porque "como no tienen ni idea, lo único que han hecho es recortar". Estas declaraciones no han sentado nada bien en el PP, que enseguida exigió al líder sindical que rectificara públicamente por insultar al presidente Bauzá. Por su parte, Comisiones Obreras calificó de "poco oportunas" las palabras de Bauzá. Así, instó al mandatario a sentarse a hablar de los problemas que afectan al mercado laboral en vez de fomentar el conflicto.

Un centenar de delegados sindicales dieron ayer el pistoletazo de salida a un conjunto de movilizaciones en contra de la reforma laboral, que ellos tachan de "ruptura laboral". Bajo el lema, "así no, rectificación ya", los sindicalistas protestaron en la plaza Santa Eulalia como preámbulo de la manifestación del domingo. La líder de Comisiones, Katiana Vicens, rechazó la iniciativa porque "generaliza el despido en 20 días por año". Lamentó que representa un "ataque a la negociación colectiva" y otorga "más poder y control a los empresarios, hasta el punto que pueden modificar horarios, jornadas y salarios cuando lo deseen".

Tras la protesta, UGT celebró una asamblea para analizar el cambio legislativo. El secretario confederal de Relaciones Institucionales de UGT, Federico Monell, explicó que en la reunión trataron los "contenidos que están descubriendo de la ruptura laboral", una iniciativa con una clara "acción intervencionista gubernamental". Remarcó que la reforma incide de manera "fuerte" en el despido y avanzó los peligros del "nuevo contrato indefinido", que permitirá tener "a un trabajador un año de prueba y luego mandarle a casa sin tener que justificar nada". Según el sindicalista, la reforma "desmiente el objetivo del Gobierno de crear empleo" y es "la reforma de los despidos y de los empresarios". Por ello, analizan si el texto tiene rasgos inconstitucionales y piensan combatirla a través de movilizaciones.