Los impuestos que Bauzá no cobrará... de momento

El Govern lo tendrá difícil para cumplir el objetivo de déficit. Pese a ello insisten: no habrá más tributos salvo que no quede más remedio. Balears se libra por ahora del céntimo sanitario

alberto magro. palma

En estos tiempos de promesas de no subir impuestos incumplidas, el Govern Bauzá promete no subir impuestos... por ahora. Solo si la crisis arrecia y el compromiso de déficit se aleja, Balears generará nuevos tributos. O eso aseguran en el Govern, en el que saben que tienen opciones para incrementar la recaudación en cerca de 300 millones, cifra balsámica: con esa suma bastaría para tapar el enorme agujero anual de la educación y, sobre todo, de la sanidad. Pese a ello, los impuestos que Rajoy sí sube no están en el programa de Bauzá. La opción sigue siendo otra: tijera. Mejor que la administración vaya de cabeza que el que sufra sea el bolsillo ciudadano. O esa es la teoría. Y estas las opciones para recaudar:

Céntimo sanitario

Una tasa sobre la gasolina que permitiría captar hasta 80 millones al año

Desde enero solo seis comunidades se libran de pagar el céntimo sanitario. Balears es una de ellas. Y no es cuestión de color político: este recargo de entre 2,4 y 4,8 céntimos por litro de combustible se cobra desde hace años con gobiernos tan presuntamente liberales como el de Esperanza Aguirre, mientras que en feudos socialistas como Andalucía no se empezó a aplicar hasta enero. La idea del tributo es simple: el dinero recaudado en las gasolineras se dedica a la sanidad. Y falta hace, como demuestra el caso balear: el Govern ha presupuestado 206 millones de euros menos para sanidad de los que son precisos para mantener el servicio. Es decir, o desvía dinero de otras áreas sobre la marcha, o recauda por nuevas vías, o incumplirá su compromiso de déficit. ¿Habrá entonces céntimo sanitario? "No está sobre la mesa", recalcan, antes de añadir la coletilla que acompaña a todas las declaraciones en materia fiscal: "Habrá que ver las necesidades en cada momento". Es decir: quizá. Lo que está claro es que el impuesto tiene potencial recaudatorio. El anterior Govern llegó a estudiar el impacto de su aplicación en el tramo más suave (2,4 céntimos por litro) y en el más duro (4,8). La recaudación era de 40 millones con la primera opción y el doble con el recargo más oneroso. Pese a ello, no se puso en marcha. No se quiso castigar más al consumidor. La tesis imperante hoy es similar: este impuesto reduciría la competitividad y afectaría al consumo.

Tasa de emisiones

Un recargo sobre compañías contaminantes y empresas de telefonía que daría 80 millones

Es otro de los tributos en boga que en Balears no se paga. Se aplica a las empresas que emiten CO2 o utilizan el espectro radioeléctrico. El Govern también dispone de informes sobre el impacto de esta tasa, que podría reportar 80 millones al año. Así que entre este tributo y el céntimo sanitario casi bastaría para cubrir los 200 millones de déficit de la sanidad balear. Pero el equipo económico no está dispuesto a ponerlo en marcha. ¿Por qué? Simple: aunque se aplique a las compañías, estas acaban repercutiéndolo en la factura. Es decir, en el consumidor. Otras regiones tienen variantes de esta tasa verde. No en vano, en España se han implantado 56 nuevos tributos desde que empezó la crisis, que afectan al agua, los vertidos o incluso el uso de bolsas de plástico. Balears no lo hará. Pero ya saben: por ahora.

IRPF

El Govern aún puede subir un 1% el tipo de la renta, pero dicen que no lo harán

"De ninguna manera". Esa es la contundente respuesta que dan en el Govern cuando se pregunta por la opción de seguir la senda de Rajoy y subir el impuesto que más castiga a los asalariados: el de la renta. Aún tienen la posibilidad de subir un 1% el tipo marginal. ¿Se hará? No, no y no. Claro que también negó Rajoy tres veces. Y diez. Aunque la contundencia invita a creer. En Economía ofrecen un argumento poderoso: recuerdan que por cada punto que se aumentan los ingresos vía tributos se frena en un 1,6% el PIB, mientras que por cada punto que baja el gasto, solo se encoge un 0,3% el crecimiento.

IVA

El Govern mantiene su apuesta por un IVA superreducido que castigaría las arcas públicas

Uno de los caballos de batalla del PP balear es el IVA superreducido para el turismo, defendido con intensidad por Bauzá. Aplicarlo supondría renunciar a parte de la recaudación en un sector que el año pasado aportó a las arcas públicas 570 millones en IVA. Muchos. Reducirlos obligaría a recortes severos. Y aún así es lo que defiende el Govern: "Es el momento para que España lo haga y gane competitividad". Claro que también puede convertirse en otra cosa: más para los hoteleros.

AUSTERIDAD

La opción son recortes "que no afecten a servicios básicos". Y ojó a IB3: su continuidad peligra

La apuesta del Govern son las tijeras. En Sanidad hay margen, "sobre todo en la parte administrativa". Aunque falta mucho: han reducido 14 millones al año, cuando tienen que llegar a 200. Hay más opciones: Cataluña, a la que este Govern ha copiado muchas medidas, reducirá un 15% la jornada de 7.100 interinos. Y está IB3. Es una de las mayores fuentes de preocupación del Govern, en el que se habla del ente con disgusto. Y con tiento. En diciembre, una de las personas del equipo de Bauzá decía, "a título personal", que dudaba de la supervivencia del ente: "Si sigue así, IB3 no cumple un año". En el equipo económico también tuercen el gesto, aunque creen que el cierre no está sobre la mesa. "La deuda es casi insostenible. Se tendrán que ajustar con 30 millones [llegaron a recibir 70 al año]. O se ajustan o…". O igual la premonición del círculo de Bauzá se cumple.

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