Dos meses de travesía por el desierto

Los últimos días han servido para dar un respiro a muchos establecimientos comerciales, gracias al aumento de sus ingresos derivado de las ventas en rebajas. Pero el sector es consciente de que esa alegría en el consumo tiene una duración muy limitada, y no se oculta que existe "pánico" ante lo que puede suceder durante los próximos meses de febrero y marzo, considerados como los peores de todo el año.

Aunque puntualmente se señalan apreciables descensos en las ventas, tanto el presidente de la patronal Pimeco, Bernat Coll, como el vicepresidente de Afedeco y representante de los establecimientos de la calle Jaume II, Pedro Mesquida, reconocen que las cajas que se han hecho durante las dos primeras semanas de la rebajas han sido "muy similares a las del pasado año, o en cualquier caso ligeramente inferiores", lo que ha permitido inyectar liquidez a unas empresas muy necesitadas de fondos para cubrir sus costes.

De este modo, el balance que se hace por ahora es positivo, si se tiene en cuenta que las previsiones iniciales eran peores. Aunque se apunta un matiz: han aumentado muchísimo las ventas de escaso valor, o lo que es lo mismo, según señala Mesquida, "hemos tenido que trabajar mucho más para ganar lo mismo" que en enero de 2011.

Porque existe una total coincidencia en otro aspecto: en estos momentos, el precio manda. El presidente de la zona de Sindicato, Antoni Fuster; el tesorero de la asociación de Sant Miquel, Joan Binimelis; y el portavoz de Blanquerna, Pau Bellinfante, advierten de la caída que se está registrando en la demanda de productos de más calidad, a no ser que tengan un precio enormemente ajustado, en favor de los más baratos.

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