Bauzá "no cambiará de opinión" por los abucheos en sa Pobla

La pitada de cientos de personas en la revetla de Sant Antoni de sa Pobla no forzará al Govern a dar marcha atrás en su paquete de medidas legales para rebajar el estatus del catalán en la administración y permitir la castellanización de los topónimos, entre otras cosas. El presidente José Ramon Bauzá declinó ayer en Madrid valorar la protesta que se ciñó sobre su persona y emplazó para ello a su gabinete de prensa.

"No vamos a cambiar de opinión, seguimos pensando lo mismo", fue la versión oficial por medio de una portavoz autorizada de Bauzá. La misma fuente añadió que "no por miedo a los abucheos el presidente va a dejar de ir a los actos" como el de sa Pobla o futuros. El Ejecutivo sabía de antemano que habría personas congregadas para protestar a la llegada de Bauzá, ya que la concentración fue convocada a través de Facebook. Sin embargo, de los gritos e insultos y glosats críticos con Bauzá que protagonizaban unos 150 jóvenes poblers, se pasó después de las completas en la iglesia a una protesta más espontánea en forma de pitada multitudinaria en la plaza Mayor.

El alcalde quita hierro

El alcalde de sa Pobla, Biel Serra (PP), rehusó también ayer a opinar sobre lo ocurrido en la noche del lunes –"no quiero entrar en polémicas ni agraviar a nadie"–. Insistido por los periodistas, Serra se limitó a señalar que "el pueblo es lo suficientemente diestro para sacar sus propias conclusiones y para saber distinguir la parte institucional y la parte política de la fiesta".

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