Balears empezó el curso como el peor alumno de la España del déficit galopante. Pero la sangría ha frenado gracias a recortes de gasto por valor de más de 260 millones. Según los datos hechos públicos ayer por el Ministerio de Hacienda, la comunidad tiene exactamente el mismo 0,97% de déficit presupuestario que en el mes de marzo de este año. Y eso es buena noticia: significa que el agujero público que amenaza con llevarse por delante los principales servicios públicos ha dejado de crecer a ritmo incontenible.

Y significa más: implica que Balears ha gastado desde marzo a septiembre prácticamente lo mismo que ingresó, austeridad con la que está consiguiendo contener la sangría pública que otras autonomías no logran siquiera aminorar. El caso más preocupante es el de Castilla-La Mancha, que empezó el año en situación similar a la de Balears. Ambas comunidades eran entonces las más desequilibradas: rozaban el 1% de déficit, cerca en solo tres meses del máximo de 1,3% permitido para todo un año. Aunque las cosas han cambiado. Desde marzo la evolución de las dos comunidades, que en ambos casos cambiaron un gobierno del PSOE por uno del PP, ha sido muy dispar: mientras la Castilla-La Mancha de Dolores de Cospedal ha visto cómo su deterioro presupuestario se aceleraba hasta alcanzar el 4,84% del PIB con el que cerró septiembre (cuatro veces más de lo permitido), las Balears de Bauzá lograban mantener a raya su déficit en el 0,97% y con ajustes menos drásticos que los manchegos.

¿Milagro económico? Ni mucho menos. La explicación no es milagrosa: tiene que ver con varios hechos clave. El primero es que el nuevo modelo de financiación pactado durante la anterior legislatura permite a comunidades dinámicas como Balears beneficiarse más rápidamente de la mejoría económica. Fruto de ello, el Govern ha visto cómo crecía un 48% la cantidad que aportaban a las arcas públicas los ciudadanos a través de la renta (el IRPF ha pasado de reportar 442 millones a entregar nada menos que 668). Y por la misma razón, los ingresos por IVA se han casi duplicado, un 78% de incremento que aporta a la comunidad 340 millones de euros adicionales.

Balears paga más e ingresa menos

Pese a todo, los ingresos totales de la comunidad caen. ¿Razón? La de siempre: Balears es la única autonomía que no recibió ni un céntimo de los fondos de Suficiencia Global, Garantía y Convergencia, ejes de un modelo que recurre a estos mecanismo para compensar los desequilibrios de financiación entre comunidades. Por ahí se va buena parte de los ingresado de más gracias a los impuestos crecientes que se pagan en Balears. La consecuencia es que, pese a que la actividad económica reportó más dinero, el Govern tiene que convivir con una caída de ingresos del 8,48%: 163 millones menos que hace un año y con la misma crisis galopante encima.

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