Jaume Xavier Roselló se ha convertido en el nuevo presidente de facto de la patronal Pimem, tras la dimisión presentada por Rafael Rubio y su equipo. La patronal queda temporalmente en manos de una comisión delegada, encabezada por Roselló y en la que también estará Rubio, además de los máximos responsables de sus grandes asociaciones sectoriales, como comercio, restauración o industria.

Esta remodelación es fruto del acuerdo alcanzado en la noche del lunes para reestructurar una patronal que esta atravesando por graves problemas financieros. Tan graves, que este nuevo equipo no duda en admitir que la futura viabilidad de Pimem pasa por los despachos de Sa Nostra y porque ésta acepte renegociar la deuda que la patronal isleña tiene contraída con la caja balear. En cualquier caso, no se oculta que previsiblemente habrá que recurrir también a algún recorte en la plantilla.

El encargado de buscar el acuerdo con la citada entidad financiera será el presidente de Pimem-Comercio y miembro de la nueva comisión delegada, Bernat Coll. Tanto él como Roselló admiten que el pacto alcanzado supone anular el "riesgo inminente" de desaparición de Pimem, aunque a medio plazo resulta fundamental afrontar la deuda existente, que en conjunto supera los dos millones de euros y que conlleva el pago de más de 15.000 euros mensuales, una cifra inasumible para esta organización.

De momento, la decisión inicial de entregar a Sa Nostra los tres pisos que conforman la sede principal de Pimem ha quedado en el cajón, ante las reticencias de la caja ante esta solución. La opción que ahora se baraja es la de prolongar el tiempo fijado para el pago de la hipoteca que pesa sobre esa sede, para pasar de 15 a 25 o 30 años.

El acuerdo contempla también la creación de una "caja única", de forma que las cuotas de los socios sean entregadas directamente a la Pimem en lugar de a sus sectoriales. Pero ahora hay que definir el importe, porque aunque la media esté en torno a los 50 euros trimestrales, cada una de las aproximadamente 60 asociaciones de Pimem aplica su propio sistema de tarifas.

El punto más doloroso, según se reconoce, y del que por el momento no se quiere hablar, es la posibilidad de que la patronal isleña se vea obligada a presentar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), para reducir una plantilla que aora se mueve en el entrono del medio centenar de trabajadores.

El mandato de Jaume Xavier Roselló se mantendrá como mucho hasta el 31 de marzo, fecha límite para aclarar todas estas cuestiones y para convocar una asamblea general en la que elegir a un nuevo presidente oficial, un cargo para el que el primero ya se ha autodescartado.