La consejera ejecutiva de Melchor Mascaró, Antonia Mascaró, ha sido imputada en el marco de la segunda fase de la Operación Ossifar, que investiga un presunto desvío de fondos públicos por valor de 1,5 millones de euros a través de la adquisición de contenedores soterrados para Palma, según han informado fuentes jurídicas a Europa Press.

Mascaró, que no ha sido arrestada, ha acudido a la comandancia de la Guardia Civil acompañada por su letrado, Jaime Campaner, tras ser citada en calidad de imputada, y está previsto que sea interrogada por los agentes del Instituto Armado y los fiscales anticorrupción.

Esta mañana ya había sido detenida una empleada de Emaya, cuya identidad responde a las iniciales L.J.Z., quien trabajaba en un departamento presuntamente 'fantasma' que tenía a sueldo a personas al servicio de la extinta Unió Mallorquina (UM) y que era conocido como departamento de Ciudadanía.

El arresto se ha producido después de que el ex jefe del área de Medio Ambiente de Emaya, Germán Chacártegui, se prestase a colaborar con las investigaciones y, en dependencias de la Guardia Civil, manifestase que dentro de la compañía se comentaba que la labor de los empleados que trabajaban en el departamento orientado a la ciudadanía estaba relacionada con UM.

Por entonces, la empresa estaba presidida por Cristina Cerdó mientras que la gerente era Malen Tortella -quien también fue detenida en esta operación-. Cerdó está imputada en otros dos casos de presunta corrupción, Picnic y Maquillaje, mientras que Tortella lo está en este último.