"Enric es una persona íntegra, decente, con valores", explicaba ayer Marino de la Rocha, presidente de la Coordinadora de ONGs de Balears, que mantuvo dos conversaciones con el mallorquín recientemente.

"La primera de ellas fue hace unos catorce meses. Se acercó por nuestra coordinadora para preguntarnos si sabíamos de alguna ONG que necesitara de algún cooperante o colaborador, que podía acreditar experiencia en este campo", revelaba De la Rocha.

"Y el pasado mes de marzo mantuvimos otra conversación. Ya estaba en los campamentos de refugiados y me contó que estaba muy contento con su experiencia", señaló.

Preguntado sobre si sería partidario de que se pagara un rescate para conseguir la liberación de Enric Gonyalons, tras unos momentos de duda, De la Rocha contestó que sí, que si se ha hecho con personas que se encontraban trabajando remuneradamente en países conflictivos, sería más lógico hacerlo también por unos cooperantes que, dijo, "van a trabajar por los demás de una forma altruista, porque te puedo asegurar que la mayoría de los cooperantes no llegan a sueldos mileuristas, nada que ver con los técnicos de los organismos internacionales que cobran unos salarios muy elevados".

De otro lado, desde la ONG vasca Mundubat, su responsable de comunicación, Edur Mintegui, declinó hacer declaraciones sobre el secuestro de su cooperante y pidió respeto para su familia, de la que dijo que se encuentra muy preocupada y que está pasando por una situación muy angustiante. "No sabemos nada más de lo que ha aparecido ya en los medios de comunicación y la familia nos ha pedido expresamente que no quiere hacer ningún tipo de declaraciones", señaló Mintegui. Al parecer, Enric tiene otros dos hermanos mayores y sus padres residen en una urbanización de Marratxí.