Los inmigrantes sudamericanos no están en esta situación, ya que la mayoría de países de Latinoamérica tiene convenios con España para desempleados. Estos trabajadores tienen la posibilidad de cobrar una cantidad del paro que les resta antes de marcharse y después otra cantidad estando en su país. Los inmigrantes de estas nacionalidades que decidan acogerse a este convenio, no podrán regresar a España en los próximos dos años.

La gran mayoría de inmigrantes de países latinoamericanos se apunta a esta posibilidad. Por ello, no les está ocurriendo el caso de los marroquíes o subsaharianos que, al marcharse a su país estando en el paro, pierden la posibilidad de seguir cobrando y si no lo comunican deberán devolver toda la prestación recibida.

En el caso de los europeos es diferente. La Unión Europea permite trasladar la prestación de desempleo entre los países. En el caso que un español en paro se instale en cualquier territorio de la Unión Europea seguirá cobrando durante tres meses. Durante este tiempo deberá proceder a realizar el cambio de expediente y el país receptor asumirá el pago de la prestación por desempleo.

Los países africanos tienen el agravante de que no existen convenios de colaboración con Europa. Además, en sus países de origen tampoco existen prestaciones de desempleo. Por este motivo, los inmigrantes marroquíes, que en Mallorca son mayoría, son los principales perjudicados cuando quieren abandonar las islas percibiendo una sueldo por desempleo o ayudas a las familias.