El pasado viernes, en cuestión de horas, el presidente del Colegio de Médicos de Balears (COMIB), Antoni Bennàssar, fue destituido de su cargo como jefe del área de Traumatología del hospital de Inca y luego restituido a él.

Todo apunta a una lucha fratricida entre médicos adscritos al PP a tenor de los actores que protagonizan esta rocambolesca historia que comenzó cuando, a mediados de septiembre, trascendió que el Servei de Salut estaba auditando el servicio de Traumatología de Inca, dirigido por Antoni Bennàssar. Las acusaciones que pesaban sobre él eran amplias y variadas. Desde derivar pacientes a clínicas privadas a poner prótesis muy caras a pacientes ancianos con escasa movilidad pasando por engrosar artificialmente las listas de espera de su departamento para poder realizar actividad quirúrgica extraordinaria (fuera de la jornada laboral de los facultativos) y cobrar por ella. Cargos graves todos ellos. Y más aún si el presunto infractor es además el presidente de los médicos de Balears.

Al parecer, el director general del Ib-Salud, Juan José Bestard, recibió el resultado de esta auditoría el viernes de la semana pasada, el pasado 7 de octubre. Antoni Bennàssar era consciente de ello y, pese a que asegura que tiene la conciencia bien tranquila sobre su inocencia y buen hacer en el servicio de traumatología, pasó la semana inquieto esperando la llamada del Ib-Salut para que se le comunicara el resultado de la auditoría, como se había pactado de antemano.

La llamada se produce a primera hora del pasado viernes. El gerente y el director médico del hospital de Inca le comunican a Bennàssar que ha sido destituido de su cargo por el máximo responsable del Servei de Salut, Juan José Bestard. Según reveló ayer Bennàssar, horas después, en torno a la una del mediodía, es convocado de nuevo al despacho gerencial de Inca. Allí se encuentra con sus anteriores interlocutores y con el propio Bestard, que le comunica que se revoca la destitución antes comunicada.

"Le pregunté a Bestard si el primer cese era debido al resultado de la auditoría. Y me contestó que no, que simplemente había perdido su confianza en mi, sin darme más precisiones", explicaba ayer Bennàssar.

Mientras tanto, desde la Conselleria daban respuestas ambiguas que fueron ayer mismo mantenidas por la titular del departamento, Carmen Castro. A preguntas de este rotativo, la consellera señaló que se revocó la destitución del doctor Bennàssar porque en este proceso había un defecto de forma. "El expediente sigue abierto y se ha nombrado un instructor para que lo concluya", se limitó a decir Castro.

Fuentes del Ib-Salut dan una explicación más plausible y que arroja un poco más de luz sobre el asunto. Al parecer, Bestard habría hallado indicios de irregularidades en la auditoría que se le entregó el pasado 7 de octubre y habría nombrado un instructor para que profundizará en la investigación. Y parece lógico suponer que si va a investigar la actuación de un jefe de un servicio médico, lo normal es retirarle del cargo al menos mientras duren las pesquisas para evitar que obstaculice la propia investigación.

Sin embargo, ayer el doctor Bennàssar compareció en la sede del Colegio de Médicos –un hecho criticado por algunos facultativos que deploraron que usara la sede colegial para defenderse de su actividad como jefe de servicio en el hospital de Inca– para presentar una auditoria de la que dijo que ha sido la más dura realizada en la historia del Ib-Salut y de la que, aseguró, ha salido indemne. "Se han desmontando todas las acusaciones que se habían vertido contra mi", aseguró.

Bennàssar, que concurrió en las pasadas elecciones como cabeza de lista del PP en Consell, no quiere entrar en polémicas. Pero recuerda que él avaló y defendió a Bestard como la persona idónea para ejercer de director general del Ib-Salut pese a que fue rescatado por su antecesor en el cargo, Josep Pomar, de "una precaria situación en Madrid" ofreciéndole una plaza de preventivista en el hospital de Inca.

También señala el presidente del Colegio de Médicos al doctor Fernando García Romanos, su rival en las últimas elecciones colegiales, como posible actor involucrado en una inquina contra su persona que no entiende. Bennàssar consiguió imponerse en las elecciones al COMIB por un escaso margen de votos. Romanos recurrió el resultado y la Organización Médica Colegial le suspendió un mes la colegiación por este recurso. A Bennàssar el suelo le debió temblar bajo sus pies cuando se hizo oficial el nombramiento de García Romanos como máximo responsable de Atención Primaria y mano derecha de Bestard.

Ahora, todo esta madeja sigue embarullada. Bestard le destituye y Castro le restituye, dicen malas lenguas que apoyada por el propio president del Govern. Ya que, como apuntan otras fuentes, el doctor Bennàssar puede contar con el apoyo de dirigentes populares de la comarca de Inca en esta guerra de batas blancas del PP.