Se acaban de cumplir dos años desde que el 28 de septiembre de 2009 la píldora postcoital, también denominada píldora del día después, se pudiera adquirir en las farmacias sin necesidad de receta médica. Los titulares de las boticas muestran sin fisuras su posición contraria a esta dispensación sin trabas que, dicen, está llevando a un abuso de este medicamento sin tener en cuenta sus efectos secundarios y el riesgo de mantener relaciones sexuales sin adoptar las precauciones pertinentes. Vamos, que practicar el sexo sin precaución no sólo entraña el riesgo de quedarse embarazada.

Los médicos no son tan tajantes. Los hay de la opinión que es mejor que una joven se tome una píldora postcoital antes de que se quede preñada y tenga que recurrir a una interrupción voluntaria del embarazo (IVE).

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