La presencia de este visitante tan especial, el Correlimos de Baird, hace que las aguas de las charcas del Prat de Sant Jordi, situadas entre el aeropuerto y la depuradora, consigan una dimensión ornitológica relevante. Para los expertos como Josep Manchado, la zona húmeda de Sant Jordi "tiene un gran valor natural que se podría recuperar con muy poco dinero y ser el gran parque natural de la bahía de Palma".

Se trata de una zona que durante más de medio siglo ha sufrido "transformaciones muy negativas como desecaciones, la construcción del aeropuerto y de depuradoras, polígonos industriales y parcelaciones ilegales", recordó Manchado. Por todo ello, este colectivo está dispuesto a impulsar la zona húmeda del Prat de Sant Jordi como una zona natural de gran valor. La presencia del Correlimos, sin duda, les puede beneficiar.