La Audiencia de Palma ha dictado una sentencia absolutoria a favor del exdirector general de Ordenación del Territorio, Jaume Massot, que fue acusado de haber asesorado a un antiguo amigo suyo, con el que había coincidido en el servicio militar, para que buscara una fórmula que le permitiera legalizar una casa ilegal en Andratx. En esta sentencia se condena al promotor de esta obra, pero también a una funcionaria del Ayuntamiento de Andratx y al antiguo asesor jurídico, por haber falsificado un certificado oficial. Ninguno de ellos tendrá que ingresar en prisión, pero sí deberán cumplir una larga condena de inhabilitación, que les aparta de su ocupación profesional. Asimismo, también se condena al arquitecto que proyectó la obra que se realizó en un terreno rústico protegido de Andratx, donde está prohibido levantar ninguna vivienda. Los hechos que ha juzgado el tribunal se refieren a una construcción que levantó un conocido constructor de Andratx sobre un solar rústico de apenas 7.000 metros cuadrados, donde existía una antigua casa de aperos ya derruida. El acusado aprovechó esta construcción para levantar una nueva y a partir de allí iniciar la construcción de una casa de más de 100 metros cuadrados de superficie y de dos alturas.

Funcionaria

Se da la circunstancia que Jaume Gibert, excelador municipal, firmó un informe desfavorable e inició los trámites para que el Ayuntamiento sancionara al promotor de la obra. Sin embargo, según declara probado la sentencia, el informe que realizó fue modificado por una funcionaria municipal. El tribunal no duda de que fuera Jaume Massot, defendido por los abogados Fernando Mateas y Carolina Ruiz, quien facilitó consejos urbanísticos a su antiguo amigo del ejército, pero ello no demuestra que pudo ser él quien medió para que se falsificaran los informes que legalizaron esta vivienda ilegal. Tampoco se descarta que los consejos vinieran del propio alcalde.

Por otra parte, a pesar de que los abogados pusieron en duda la versión del celador, que no fue acusado, el tribunal da credibilidad a su testimonio por encima de la versión de la funcionaria. Sostiene el tribunal que no hay motivos para dudar de la versión de Gibert a pesar de que haya alcanzado un acuerdo con la fiscalía.