El Ib-Salut ha ordenado a las gerencias de los hospitales públicos limitar en la medida de lo posible la actividad quirúrgica extraordinaria, las denominadas peonadas que los facultativos acostumbraban a hacer por las tardes fuera de su horario lectivo y cobrando unos emolumentos extra por las operaciones, según manifestaron ayer fuentes oficiales del propio Servei de Salut.

Aunque ésta parecería una medida de racionalización del gasto en materia sanitaria, para los sindicatos pintan bastos en la sanidad pública

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